El sector turístico acusa la falta de personal cualificado

La falta de personal cualificado es una de las mayores preocupaciones del sector turístico oscense, que tras una buena Semana Santa en términos de ocupación, afronta con ilusión la campaña estival, ante la previsible recuperación del turismo internacional.

La falta de personal cualificado, la falta de vivienda para el personal, el intrusismo laboral y el incremento general de costes son las principales preocupaciones del sector, según se pone de manifiesto en una encuesta realizada entre 92 empresas de restauración, alojamiento hotelero, café-bar y ocio nocturno, ubicado el 70 por ciento de estos en el entorno rural y el 30 restante en entorno urbano. Dicha encuesta, realiada por la Asociación de Hostelería y Turismo de Huesca, revela que las empresas han tenido dificultades a la hora de contratar, debido a la falta de personal cualificado y no cualificado en el 73 por ciento de los casos, a la falta de vivienda para el personal en el 60 por ciento y debido al incremento general de costes en el 43 por ciento. Una realidad que choca con el interés que han manifestado las empresas de contratar este año, entre el 93,3 por ciento de las mismas.

De ello ha informado el gerente de la Asociación de Hostelería y Turismo de Huesca, Pablo Villacampa, con motivo de la presentación de los resultados de la encuesta. “Sería más que intresante introducir la FP Dual, muchas empresas la demandan y desde las instituciones se está trabajando y también lo trasladamos a los ámbitos educativos” y “creemos que es interesnate tanto para las empresas como para los estudiantes, porque luego la inserción es total y directa”.

En la provincia de Huesca faltarían entorno 3.500 y 4.000 profesionales, según ha estimado la Asociación. Una inquietud que ha recogido la directora General de Turismo del Gobierno de Aragón, Gloria Pérez, que ha estado presente en la presentación de la encuesta. “Hay que hacer algo sobre ello y es verdad que la FP Dual ha dado unos resultados muy mejorables y esto quiere decir que lo importante es adaptar los estudios a la demanda del trabajo”.

En cuanto a la falta de vivienda para el personal, Pérez cree que las empresas pueden facilitarlo, así como determinados planes o actuaciones locales. “Las empresas hosteleras tendrían que preocuparse un poco no sólo por dar trabajo, sino también por facilitar para optar a una vivienda para que los trabajadores puedan tener un medio de vida” y “creo que las entidades locales también puden ayudar y colaborar y es que hay ayudas para ello”.

Durante la temporada invernal 2022, de diciembre a abril, los alojamientos hoteleros han contado con unas plantillas medias fijas de 11 trabajadores; los restaurantes de entre 6 y 7 trabajadores; los cafés-bares, de entre 4 y 5 y el ocio nocturno de 3. Durante este período, el 59,60 por ciento de las empresas han tenido que contratar. La ocupación media en alojamiento hotelero ha sido del 45% y la de restaurantes del 88,5 por ciento. En comparación con el 2019, a pesar de la COVID y de los costes, el sector cree que “esta no ha sido una mala temporada y se recuperan sensaciones positivas y la ilusión, aunque con cautela”, tal y como ha señalado la vicepresidenta de la Asociación de Hostelería, Anabel Costas.

Uno de los problemas a los que se ha tenido que enfrentar al sector ha sido al de las cancelaciones, que si bien en entorno urbano no es tan problamático, sí lo es en el medio rural.

La satisfacción es la tónica general al hacer balance de la Semana Santa, con una ocupación media en alojamiento hotelero del 74,30 por ciento y del 90 por ciento en restaurantes, cuya procedencia se centra en las comunidades limítrofes y nacionales habituales, pero todavía no se detecta un movimiento importante de turismo extranjero. Una tónica que parace que va a empezar a variar de cara a la campaña estival y por lo que Costas ha manifestado su satisfacción.

Entre los restos pendientes figuran aumentar la rentabilidad de los negocios, atender a las dificultades en la contratación e inserción laboral, la evolución del incremento de costes, planes de formación continuos para el sector y nuevas formas de contratación como la que introduce la FP Dual, el trabajo en promoción de destino desde asociaciones junto a administraciones públicas y el intrusismo laboral. En este último punto, se pide que se refuercen las compañas de vigilancia.

De cara al 2022, hay optimismo en el sector, aunque con cautela y muchas dudas.

Por otra parte, el sector está a la espera de la llegada de determianadas ayudas que todavía no han llegado.