Alain Santamaría y Onditz Iturbe ganan el Campeonato de España absoluto de KV en Villanúa
El tiempo finalmente respetó el desarrollo de todas las pruebas integradas este año en la 2KV Villanúa, que contó con cerca de 400 participantes
Madrid - Publicado el - Actualizado
5 min lectura
El tiempo finalmente respetó el desarrollo de todas las pruebas integradas este año en la 2KV Villanúa, que contó con cerca de 400 participantes procedentes de prácticamente todas las federaciones territoriales del país. Es la cifra de participación más alta de la historia del Campeonato de España. Los mejores atletas nacionales de la especialidad, muchos de ellos campeones de España y habituales en los campeonatos internacionales, se han dado cita en Villanúa. La federación asturiana ha ganado el Campeonato de España absoluto por equipos en categoría masculina y la andaluza en femenina.
Antonio Beltrán y Sarah Ugarte ganaron la 2KV “Puyar y Baxar”, cuyo trazado se redujo a la mitad por las adversas condiciones meteorológicas en la cima de Collarada; y Joan Valls e Irati Aragón en la “Puyar no Mas”, que este año se quedó también en Kilómetro Vertical. El otro Kilómetro Vertical, el puntuable para la VK Open Championship, circuito internacional perteneciente a la International Skyrunning Federation; fue ganado por Aitor Urretabizkaia en masculino y Nuria Domínguez en categoría femenina. Los atletas catalanes, vascos, asturianos y andaluces tuvieron un visible protagonismo en Villanúa en una jornada de deporte absoluto. Más de 80 voluntarios de la localidad han hecho posible que la organización haya sido un éxito.
Los pronósticos se han cumplido y el atleta riojano, Alaín Santamaria, se ha proclamado Campeón de España de Kilómetro Vertical en Villanúa con un estratosférico tiempo de 42:46. El corredor de Ezcaray, que llegó a ser ciclista profesional, venía de superar en agosto en medio minuto el récord de la Garmo Negro, que poseía Manuel Merillas, y vencer recientemente en el Desafio Urbión. Santamaría es uno de los atletas españoles con mayor progresión y proyección internacional.
Al llegar a la meta reconoció que había acusado el cansancio de la Desafío Urbión, celebrada el pasado fin de semana, “pero sabía cuál era mi estado de forma, sabía que podía luchar por el triunfo, tenía unos rivales brutales pero ha salido la carrera a la perfección, tal y como había previsto”, ha señalado. Santamaría ha indicado también que aunque se sabía entre los favoritos, “el cuerpo no responde igual todos los días, pero llevo una temporada muy buena, estoy siendo un privilegiado porque estoy disfrutando muchísimo”.
El segundo lugar fue para el corredor andorrano Arnau Soldevilla, con un tiempo de 43:15. El atleta del equipo nacional de carreras de montaña de la Federación andorrana ha estado en el dique seco durante buena parte de la temporada debido a una lesión. Sin embargo, reapareció en la Vertical del Campeonato de Europa de Montenegro, donde logró situarse entre los 10 primeros. Ahora en Collarada ha ratificado su plena recuperación. Tercero en Villanúa ha sido el asturiano Dimas Pereira, que ganó en febrero de este año el Campeonato de España de 'Trail Running'.
En la categoría femenina la incontestable vencedora fue la vasca Onditz Iturbe, que con un tiempo de 51:26 ganó con casi un minuto de ventaja sobre su más directa rival, la mallorquina Isabel Calero (52:23). La vizcaína ya ganó el Campeonato de España de 2022 en Las Hurdes y formó parte del equipo español en el mundial de Tailandia. Nacida y criada en la pequeña localidad de Igorre, se ha convertido en apenas dos años en una de las mujeres de referencia en el Trail Running español. Su triunfo en Villanúa es su consolidación definitiva. Al llegar a la meta señaló que “he salido a hacer mi carrera, desde el principio me he sentido muy bien y he tirado para arriba hasta el final. Sabía que iba primera pero no tenía información sobre cuánto le sacaba a la segunda, y tampoco quería perder el tiempo y ponerme nerviosa mirando hacia atrás. Así es que he mirado hacia delante y he ido con todo”.
La segunda posición de Isabel (Bel) Calero no es casualidad. Ganó en agosto el Campeonato de Baleares de Kilómetro Vertical y es una de las habituales en el calendario nacional. Su trayectoria deportiva es singular puesto que procede del mundo del futbol, en el que fue profesional durante algunas temporadas. Una lesión le empujó a probar otros deportes y acabó especializándose en el trail. Ahora es una de las mejores corredoras españolas. La tercera posición en Villanúa la logró Greta García con un tiempo de 54:15.
Al margen del Campeonato de España se han disputado las clásicas 2KV “Puyar no más” y “Puyar y baxar”, que debido a las adversas condiciones climatológicas registradas en la cumbre de Collarada, se redujeron a la mitad. Antonio Beltrán, un habitual en las competiciones que organiza Villanúa, ganó con un tiempo de 1:20:39, casi con un minuto de diferencia sobre su más directo seguidor, Ramon Royo. Al finalizar la carrera el ganador aseguró que se había encontrado muy bien durante la carrera, “ha sido una lástima que no se pudiera desarrollar entera hasta la cima, pero aun así el ambientazo ha sido espectacular, el trabajo de los voluntarios… todo. Es una carrera preciosa. Bajando ha habido un tramo en el que Ramón Royo me ha adelantado pero al final he logrado superarle y llegar aquí primero”.
En la “Puyar no Mas”, un doble kilómetro vertical que este año se ha reducido a kilómetro vertical, el ganador en senior masculino ha sido Joan Valls con un tiempo de 48:29, seguido de Asier Arza, con 50:11 y David Vives, con 56:05. La ganadora en categoría femenina ha sido Irati Aragón, con un crono de 1:09:07, seguida de Carolina Sorbe, con 1:10:13.
Anchel Terrén, director de la carrera de Villanúa se ha mostrado feliz a su conclusión: “hemos terminado súper contentos porque hemos organizado una carrera, como es el Campeonato de España, que nunca habíamos hecho, tanto en categoría individual como por equipos, con algunas novedades importantes para nosotros como las salidas por cajones. Al final todo ha transcurrido con absoluta normalidad. Pese a reducir la distancia de las pruebas por la adversa climatología, algo que fue sin duda una buena decisión, el espectáculo no se ha resentido lo más mínimo”.