Consejos para prevenir los golpes de calor y la deshidratación en la montaña

Varios de los rescates realizados este fin de semana en el pirineo oscense han sido consecuencia del calor y se han realizado a partir de la una del mediodía

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La afluencia de visitantes que registra la montaña en verano aumenta por el buen tiempo. Esto lleva consigo un incremento en el número de rescates. Pero muchos de los montañeros que precisan ayuda se han visto afectados por fuertes golpes de calor y deshidratación. Por este motivo, tanto la Guardia Civil de Montaña como otros expertos en montañismo y trabajadores del medio insisten en que “hay que tomarse en serio las altas temperaturas”.

El teniente Bain Gutiérrez, Jefe del GREIM de la Guardia Civil de Jaca ha sido contundente a la hora de afirmar que “los golpes de calor son episodios de gravedad que incluso pueden desembocar en el fallecimiento de la persona que lo sufre”. En los rescates realizados este pasado fin de semana han participado los GREIM de Jaca, Huesca, Boltaña y Panticosa, dos helicópteros y personal sanitario del 061 y las llamadas de socorro se han producido en su mayoría a partir de la una del mediodía cuando las temperaturas comienzan a ser excesivamente altas.

CONSEJOS

Una de las principales recomendaciones es madrugar lo máximo posible para que “al mediodía ya estemos de vuelta al coche”, explica uno de los guías que trabaja en la Oficina de la Montaña de Jaca, Alex Cau. En días tan calurosos “lo mejor es comenzar la actividad entre las seis y las siete de la mañana”.

Otro de los factores que hay que cumplir a rajatabla es la hidratación. Alex Cau dice que “muchas veces empezamos a beber cuando tenemos sed y eso es un error”. Sostiene que “lo idóneo es ingerir medio litro de agua cada hora cuando salimos a la montaña”.

La ropa es otra pata importante. El hecho de que haga mucho calor no quiere decir que haya que llevar menos ropa. “Es necesario proteger el cuerpo de la exposición solar y utilizar protección en las zonas que tengamos al descubierto”. Además, es mejor que la ropa sea de colores claros. No hay que olvidar tampoco la protección de los ojos y de la cabeza sobre todo en los niños.

SÍNTOMAS QUE NOS ALERTAN DE UN PROBLEMA DE DESHIDRATACIÓN

El principal síntoma que tenemos que saber detectar tiene que ver con el estado de los músculos “que se empiezan a agotar e incluso podemos tener calambres”. También hay que prestar atención a “ligeros desvanecimientos”. No hay que quitar importancia a ninguno de estos síntomas “puesto que ponen de maniftesto un problema que se puede agravar e impedirnos continuar con la actividad”.