El Consejo de Ministros autoriza licitar las obras de finalización de la Autovía A23 entre Lanave y Sabiñánigo

ctv-3qy-1593513137697

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

El Consejo de Ministros ha autorizado este martes licitar las obras de finalizacón de la Autovía A-23 en los tramos Lanave-embalse de Jabarrella y embalse de Jabarrella-Sabiñánigo Sur, en la provincia de Huesca, con una inversión estimada de 98 millones de euros (IVA no incluido).

El nuevo tramo se inicia en el enlace de Lanave, ya construido, y tiene una longitud de 8,5 kilómetros hasta Sabiñánigo, conectando con un tramo de 2,5 kilómetros de autovía ya en servicio entre Sabiñánigo Sur y Sabiñánigo Este, informan fuentes del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma).

La actual carretera N-330 quedará como vía de servicio de la autovía en todo el tramo, lo cual exige reponerla en varios puntos en los que se interfiere con la autovía a construir.

El proyecto incluye la ejecución de un nuevo enlace en Ipiés y de un semienlace en “Sabiñánigo Sur”, al final del tramo.

Asimismo, a lo largo del tramo se han proyectado cinco viaductos, dos pasos superiores, cuatro pasos inferiores y una estructura de paso sobre el Canal de Jabarrella, que garantizan la permeabilidad transversal de la autovía.

Destacan en el proyecto las actuaciones de integración ambiental, con varios pasos de fauna, cerramiento perimetral, dispositivos de escape de fauna, delimitación y restauración de zonas afectadas por las obras, revegetaciones, plantaciones, gestión de residuos y programa de vigilancia ambiental.

Desde su inicio en Sagunto (provincia de Valencia), la autovía A-23, conocida como “Mudéjar”, está finalizada hasta Lanave (provincia de Huesca), en la cara norte del puerto de Monrepós, lo que suman 394 kilómetros.

Junto al tramo de Sabiñánigo Este-Sabiñánigo Oeste, actualmente en construcción, el nuevo autorizado este martes permitirá cerrar el itinerario de esta autovía entre Sagunto (Valencia) y Jaca (Huesca), y evitar el “cuello de botella” actualmente existente en la carretera N-330, que implica retenciones de tráfico estacionales en temporada de esquí, en verano y festivos.