Trufa -te regresa a Jaca el próximo 8 de febrero

La décimo segunda edición de Trufa te se celebrará en Jaca y tendrá como escenario la Pista de Hielo. Para esta edición se ha preparado 12 kilos de trufa, más de 12.000 platos y participarán 11 establecimientos de la Comarca de la Jacetania. En la presentación, la diputada María Rodrigo ha recordado que “hay 1.500 hectáreas para cultivar trufa en la provincia, que se ha posicionado ya como lugar con productos de calidad, entre ellos la trufa”

Por su parte, el alcalde de Jaca, Juan Manuel Ramón, ha subrayado que "este certamen ya se celebró en Jaca en 2009 pero en esta ocasión, la trufa será de la zona ya que el producto procede de truficultores de la comarca”.

Pepe Pérez, vocal de Hostelería de Acomseja, ha hecho hincapié en que "los participantes son de Jaca, Larués y Santa Cruz de la Serós y que es una cita importante para el territorio por la puesta en valor que conlleva para el producto".

La jornada se complementará con charlas técnicas, música en directo y ya que se celebra en la Pista de Hielo, también con exhibiciones de patinaje artístico, curling y hockey.

Del 8 al 17 de febrero se prolongan las actividades relacionadas con la trufa con el programa organizado por Acomseja con menús en los restaurantes asociados, charlas técnicas y degustaciones de las propuestas de Trufa-te. 

Participan: 

El molino (Larués)

La cocina Casa de Comidas

Casa D'Ojalatero (Santa Cruz de la Serós)

El rincón de la Catedral

Oroel

Lilium

Bachimala

El Acebo

Cobarcho

La Cadiera

Mesón Serrablo

La trufa es un hongo perteneciente al género tuber que, de forma natural, crece en asociación con las raíces de diferentes árboles hospederos, entre los que destacan la encina y la carrasca. La trufa se desarrolla bajo la superficie del suelo, normalmente a unos diez o quince centímetros de profundidad y alcanza entre 3 y 12 cm de diámetros. Por norma general, tarda entre 5 y 7 años en madurar y puede mantener una vida productiva de más de tres décadas cuando crece en encinas o robles europeos y, por suerte, las características del territorio de la provincia de Huesca, con grandes superficies de suelos calizos, una climatología favorable y terrenos de cultivo poco extensos y de difícil acceso, lo dibujan como un terreno óptimo para el desarrollo de la truficultura.