Expertos en montaña : "ante una avalancha, es el grupo el que nos tiene que sacar"

Un joven de 15 años permanece ingresado en Zaragoza tras resultar herido este domingo al quedar atrapado por una avalancha de nieve en una zona fuera de pista cercana a Candanchú. El riesgo de avalanchas ha alcanzado el nivel 4 en una escala de 1 a 5, lo que ha llevado a los expertos a recomendar extremar las precauciones en las zonas de alta montaña.

La combinación de nieve, lluvia y viento, según los especialistas, complica considerablemente las actividades en alta montaña fuera de las estaciones de esquí. Tras el accidente ocurrido el domingo, es fundamental recordar los protocolos a seguir en caso de avalancha.

El hecho de que el joven quedara parcialmente enterrado permitió que sus compañeros pudieran liberarlo a tiempo, antes de la llegada de los equipos de rescate. El especialista, Íñigo Ayllón, ha explicado en COPE que, este procedimiento es crucial, cuando nos sepulta un alud, es decir, el grupo tiene que sacar a la víctima para que el tiempo no juegue en contra. Pasados 15 minutos desde el sepultamiento, las posibilidades de sobrevivir se reducen drásticamente.

Aunque la víctima del accidente en Candanchú no quedó completamente sepultada, perdió el conocimiento debido al impacto.

ARVA o DVA: Dispositivos clave en la búsqueda de víctimas

Los ARVAS o DVAs son unos dispositivos que pueden hacer fundamentalmente dos cosas: Emitir una señal de radio pulsada o recibirla

Esto significa que, si alguien queda enterrado por una avalancha y lleva un ARVA conectado, el dispositivo puede ser localizado por los rescatadores utilizando otro ARVA en modo receptor. Este proceso se realiza siguiendo una de las líneas de flujo de la onda de radio emitida, lo que resalta la importancia de que todos los miembros del grupo lleven este aparato.

Los ARVA son fundamentales para la localización de víctimas atrapadas bajo la nieve. Además de facilitar la búsqueda, estos dispositivos permiten llevar a cabo las distintas fases del rescate de manera eficiente, ahorrando tiempo valioso en las etapas de sondeo y desenterramiento.

cómo funciona

Mientras se esquía, todos los miembros del grupo deben llevar el ARVA en modo emisor. Si ocurre una avalancha y hay personas atrapadas, quienes se encuentren fuera de la zona del alud deben cambiar su dispositivo a modo de búsqueda. Una vez que el dispositivo capta la señal de la víctima, proporciona información sobre su localización a través de una flecha direccional y un número que indica la distancia hasta el lugar donde se encuentra. Además, emite un tono o pitido que se va intensificando a medida que se reduce la zona de búsqueda.

La flecha direccional ayuda a seguir la línea de flujo hasta que la distancia no pueda reducirse más (lo que indica que se ha llegado lo más cerca posible de la víctima). En este punto, comienza la fase de búsqueda fina. Si el ARVA tiene función de marcaje, se debe marcar a la víctima (siempre después de haberla desenterrado) para evitar que el dispositivo continúe registrando esa señal, en caso de que haya otras personas por rescatar.