Sancho Ramírez decide levantar un palacio en el antiguo castro de Jaca
Juan Carlos Moreno explica más detalles del Palacio Real
Jaca - Publicado el
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Cuando el rey Sancho Ramírez viajó a Roma en 1068, trajo consigo una serie de ideas urbanísticas que decidió implementar en Jaca, con el fin de transformar su “vieja villa” en una ciudad más moderna y fortificada.
En 1077, se otorgó el Fuero a Jaca, un documento que definía los derechos y obligaciones de sus habitantes. En este contexto, el rey dispuso la construcción de murallas, un proyecto que se concibió como una obra de Estado, en la que no se dejaba a cada vecino la tarea de levantar sus propias defensas. Estas murallas, además, debían incorporar elementos arquitectónicos previos, como parte del esfuerzo por consolidar la fortaleza de la ciudad.
El trazado de la muralla comenzó a tomar forma, y en su parte occidental estaba el Palacio Real, un lugar donde el rey se alojaba cuando visitaba Jaca. Esta edificación no solo servía como residencia para la familia real, sino que también acogía a su séquito, compuesto por figuras como el mayordomo, los capellanes, el bodeguero, el copero, el escribano, entre otros. Además, la "gente de guerra" disponía de su propio espacio dentro del palacio, y en lo que hoy se conoce como la calle Ferrenal, se habilitó una zona de esparcimiento donde se dejaban los caballos.
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