Tuca, el nuevo cervatillo de la Ciudadela de Jaca
Es una hembra y lleva el nombre de la cima de Candanchú
Jaca - Publicado el - Actualizado
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Tuca, es el nuevo cervatillo que habita en la Ciudadela de Jaca. Ha nacido este jueves, 6 de junio, y lleva el nombre de la cima de Candanchú. Con el nacimiento de esta hembra la manada de ciervos que habita en el foso asciende a 25.
Este nacimiento coincide con el 50 aniversario de la llegada de los ciervos al foso del Castillo de San Pedro. Para celebrarlo, la Ciudadela ha organizado en los últimos meses varios actos y homenajes. Ahora, vuelve a celebrar el nacimiento de otro cervatillo. Es habitual que, en esta época del año, se produzcan nacimientos por lo que se esperan nuevos miembros que amplíen la manada.
La presencia de ciervos en los fosos del Castillo de San Pedro de Jaca se remonta a 1974, tras la cesión de un macho y dos hembras por parte de una reserva de Puerta de Hierro de Madrid. Los animales llegaron en un proyecto de recuperación del ciervo ibérico, pionero en España, ya que esta especie había desaparecido en zonas del Pirineo. Los ejemplares que llegan para recuperarse y son reintroducibles de nuevo, al igual que parte de los nacidos aquí, se sueltan de nuevo en la naturaleza.
Sobre Ecociudadela
El Consorcio de San Pedro y la Asociación ASCEAL tienen un acuerdo de colaboración para el desarrollo de un programa de educación ambiental en la Ciudadela de Jaca que permite a colegios, familias y visitantes en general entrar en contacto con la manada de ciervos que viven en el foso del castillo.
La Ciudadela de Jaca y ASCEAL trabajan la impronta humana con varios cervatillos desde su nacimiento. Alimentados con biberón y acostumbrados a las personas, el objetivo es que la relación que mantienen con sus cuidadores pueda extenderse a los escolares y visitantes que participen en el proyecto y estos disfruten de una experiencia vital única, como es la inmersión en un grupo de animales en semi-libertad. Niños y mayores pueden interactuar con los ciervos, darles de comer, observarlos en primera línea o incluso conocerlos individualmente.
El objetivo es vincular afectivamente a los participantes con los ciervos para que los consideren amigos a los que hay que proteger. Trataremos de formar a pequeños y mayores como defensores de los animales y de su entorno.
El Castillo de San Pedro es un pulmón ambiental de la ciudad y el proyecto Ecociudadela pretende que el monumento no solo sea considerado un patrimonio histórico, arquitectónico y museístico inigualables, sino también como un importante espacio verde que se desarrolla de forma sostenible.