Endesa comienza los trabajos del desmantelamiento de la térmica de Andorra
Los trabajos costarán 60 millones de euros y movilizarán a 120 trabajadores durante 48 meses
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Una vez obtenidas las preceptivas licencias y autorizaciones, Endesa ha iniciado esta semana los trabajos de desmantelamiento del antiguo parque de carbones de la central térmica de Andorra, el primero de los trabajos de campo contemplados en el proyecto de desmantelamiento de la planta. La actuación consiste en la demolición y desmantelamiento de los equipos que se utilizaban para la descarga, almacenamiento, homogeneización y transporte de carbones hasta la zona de molinos de las calderas. Durante los años de funcionamiento de la central, para la realización de estas labores, se utilizaban máquinas recogedoras, apiladoras, cribas, cintas y estructuras que ahora serán desmontadas.
Los trabajos en esta parte de la central tendrán una duración estimada de 8 meses. Cuando finalicen se realizará un exhaustivo análisis del estado de suelos y se pondrán en marcha las correspondientes acciones correctivas en los puntos donde proceda. Con esto se cumpliría el objetivo de dejar libre y acondicionada esta zona para comenzar en 2022 la construcción del parque fotovoltaico incluido en la segunda fase del proyecto Futur-e de Endesa.
El desmantelamiento de la central térmica Teruel, que tendrá un coste aproximado de 60 millones de euros, fue adjudicado por Endesa a la UTE Moncobra-Rehbilita el pasado mes de septiembre. El proyecto global movilizará a unas 140 personas de mano de obra directa que se ocuparán de los trabajos durante 48 meses. El 80 % de los trabajadores que participarán en las labores de desmantelamiento serán de Andorra y de localidades próximas a la central. Durante el primer trimestre de 2021 está previsto que se generen alrededor de 70 contrataciones, que ascenderán a 100 a lo largo del segundo semestre.
Trabajos para la puesta en seguridad de las instalaciones
De forma paralela a la actuación en el parque de carbones, se están preparando también los trabajos en el interior de las torres de refrigeración, que comenzarán en abril y que consistirán básicamente en la retirada de elementos internos, como trabajo previo a la demolición de las estructuras.
A lo largo del mes de mayo está previsto comenzar en la zona de calderas y turbinas, donde se realizarán trabajos preliminares de retirada del aislamiento de tuberías de agua y vapor de los procesos. La duración de estos trabajos será de unos 15 meses. Conforme se vaya retirando el aislamiento, se empezarán a liberar zonas para desmantelar los equipos, una vez confirmada su limpieza y segura manipulación. Todos los materiales y equipos se desguazarán y se transportarán como residuos valorizables para su reutilización. En el segundo semestre se acometerá el desmantelamiento de la planta de desulfuración de gases.
Desde el 30 de junio de 2020, fecha en que se autorizó el cierre de la CT Teruel, se han venido realizando una serie de trabajos preliminares dentro del proceso denominado phase out (desconexión progresiva), que consiste en ir apagando todos los sistemas de la planta.
Debido a la magnitud de la instalación, la duración de estos trabajos, que se ha prolongado durante varias semanas, finalizará el próximo mes de marzo. Estos trabajos son de gran importancia para comenzar de modo adecuado y en condiciones absolutas de seguridad los procesos de demolición y desmantelamiento.
Desde el punto de vista técnico suponen la desenergización de los sistemas eléctricos, vaciado de tuberías de proceso, desconexiones de todos los equipos, adaptaciones de las instalaciones para el período de tiempo de la demolición y puesta en seguridad de los sistemas, de modo que se minimicen los riesgos que se traspasan al contratista de la demolición.
El equipo humano que se ocupará de los trabajos de desmantelamiento procederá en su mayoría de antiguas empresas contratistas de Endesa o de residentes en las comarcas de Andorra-Sierra de Arcos y Bajo Aragón, ya que Endesa, dentro de su compromiso con la sostenibilidad, ha dado prioridad en el concurso de adjudicación de la obra, entre otros aspectos, a la oferta que ha incluido el mayor número de trabajadores locales. Para la capacitación de estos trabajadores se están realizando acciones formativas que tienen por objeto mejorar la confianza, el arraigo con la comunidad local y la empleabilidad de los trabajadores de la zona, una de las medidas de creación de valor compartido contempladas en el plan Futur- e de Endesa.
Todas estas acciones tienen por objeto garantizar un control efectivo de todos los procesos con la incorporación de personal cualificado en las labores más importantes y sensibles como son la seguridad y la salud, medio ambiente, calidad, supervisión de obra, dirección técnica, sostenibilidad, decommissioning y puesta en marcha. Este equipo junto con los equipos de dirección de las empresas contratistas constituyen un garante de calidad en la ejecución de las tareas.
Futur -e
El proyecto de desmantelamiento de la central térmica de Andorra tiene la singularidad de compatibilizar los trabajos de demolición con actuaciones de desarrollo de futuros parques de generación eléctrica de origen renovable en el mismo emplazamiento. Para ello se ha realizado una planificación exhaustiva y una coordinación de los trabajos, priorizando la seguridad y salud laboral y todos los aspectos relacionados con la preservación del medioambiente.
El primero de los proyectos contemplado en el Plan Futur e se realizará de forma simultánea a los trabajos de desmantelamiento dentro del perímetro de la planta. Se trata de un parque solar fotovoltaico de 50 megavatios (MW) de potencia, presentado ya a tramitación administrativa.
Corresponde a la primera fase del Plan Futur e de Endesa que contempla, además de la construcción de este parque solar en la parcela de la térmica, la construcción de un parque eólico de 49,4 MW de potencia, que se instalará en el término municipal de Ejulve (presentado también a tramitación administrativa).
La segunda fase, que prevé impulsar 235 megavatios de energía solar fotovoltaica y 54,3 MW de almacenamiento en baterías, también se instalará en gran medida dentro del perímetro de la actual central térmica. Se desarrollará a lo largo de 15 meses, entre marzo de 2022 y junio de 2023, y coincidirá con los trabajos de desmantelamiento.
En la tercera y última fase, que se iniciaría en mayo de 2023 y finalizaría a principios de 2026, se construirían 1.300 MW de potencia fotovoltaica, 90 MW de energía eólica y 105 MW de almacenamiento en baterías. La potencia asociada a estas fases se construiría en terrenos de los términos municipales de Andorra, Alcorisa, Alcañiz, Calanda e Híjar.
Para las dos primeras fases, Endesa ya posee punto de conexión, mientras que la tercera fase --de 1.390 megavatios--, depende de la asignación por parte del Ministerio para la Transición Ecológica de la capacidad de evacuación de la central térmica de Andorra.
Gestión integral del proyecto de desmantelamiento
Para realizar la gestión integral de desmantelamiento se aplicará un sistema de demolición selectiva para segregar y caracterizar cada una de las 259.780 Tn que conforman el volumen de demolición. Este método, junto con la aplicación de la economía circular en la gestión de residuos, permitirá un aprovechamiento máximo de los residuos, bien para su posterior reutilización como segundo uso, bien como materia prima.
Cuando el pasado 30 de junio la central térmica dejó oficialmente de estar operativa disponía de tres grupos, cuya potencia sumaba 1.101,4 megavatios (MW), que habían entrado en funcionamiento entre 1979 y 1980. Las instalaciones de la planta ocupan una superficie de 469 hectáreas, en la que se distinguen tres zonas claramente diferenciadas: un área que alberga los grupos de generación eléctrica, otra área que acoge las plantas de desulfuración y otra zona donde se ubica el parque de almacenamiento de carbones y caliza.
Endesa, como promotor de las actividades, aplicará un sistema de demolición selectiva, que se define como “el conjunto de operaciones realizadas de forma gradual y coordinada para el máximo aprovechamiento de los materiales que constituyen el residuo de demolición, minimizando así la fracción destinada a vertedero.
Para reducir en todo lo posible las afecciones al entorno se implantará y se seguirá un plan de vigilancia ambiental con especial atención a las emisiones y vertidos durante la ejecución de los trabajos.
Dentro del compromiso de economía circular por el que apuesta Endesa está previsto la reutilización del hormigón, para lo que se contará con un equipo de machaqueo con capacidad para tratar 300 toneladas por hora y que estará compuesto por una machacadora de mandíbulas, un separador magnético para la segregación de las armaduras desprendidas y un cribado para la clasificación de los hormigones triturados. De esta manera se obtendrá una valorización del acero de armaduras y un árido reciclado que se empleará en el relleno de los huecos generados en las obras, así como en la remodelación morfológica del terreno tras las demoliciones.
Los materiales de yeso, mezclas bituminosas, tierras y rocas no contaminadas, los revestimientos refractarios, residuos cálcicos, cenizas y los lodos y maderas que contengan sustancias peligrosas se cargarán directamente sobre vehículos para su envío a un gestor autorizado. En la medida de lo posible, se analizará el eventual envío de los transformadores a un gestor autorizado, si bien los más voluminosos se desmontarán previamente en una nave.
Las fibras y amiantos serán retirados por empresas especializadas, por lo que no llegarán a ser almacenados en el emplazamiento. Para los residuos peligrosos se dispondrá de al menos diez contenedores cerrados de 30 m3, en el caso de los sólidos, y de cincuenta bidones de 1.000 litros, para líquidos. Los productos químicos desechados se almacenarán asimismo en bidones.
Podrá plantearse durante las obras la reutilización de algunos equipos mecánicos, tanques o depósitos que se encuentren en buen estado. En caso de no estimarse viable, todos los residuos generados serán igualmente enviados a un gestor de residuos autorizado.
Siete zonas de demolición
Endesa ha agrupado las zonas de demolición por sistemas e instalaciones homogéneas existentes en el emplazamiento. Las zonas de demolición son las siguientes:
Zona 1.- Turbinas: está formada por los edificios de turbinas de los grupos 1, 2 y 3. Incluye también los equipos principales, como son los generadores, turbinas, condensadores, calentadores, transformadores y otras instalaciones asociadas.
Zona 2.- Calderas: comprende las calderas, precalentadores, precipitadores electrostáticos y conductos de gases.
Zona 3.- Plantas de desulfuración de gases: las tres plantas de desulfuración de gases con sus componentes, edificio de deshidratación de yesos, planta de tratamiento de agua, nave de bombas, edificio eléctrico, cintas y silos de yesos.
Zona 4.- Estructuras esbeltas: instalaciones cuyo desmantelamiento y demolición se realizará mediante voladura, como la chimenea, de 343 m de altura, y las tres torres de refrigeración, de 101 m.
Zona 5.- Parque de carbones: todas las instalaciones propias del parque de almacenamiento de carbones, máquinas apiladoras, recogedoras, retroextractoras, trippers, edificio de trituración de carbón, torres de transferencia de mineral, edificios eléctricos de carboneo, torres de toma de muestras, básculas, tolvas de carbón, cintas de trasporte de combustible, playas de descarga de carbón etc.
Zona 6.- Edificios y estructuras varias: En esta zona se han incluido aquellas instalaciones generales que quedan fuera del ámbito de actuación de las anteriores, como son el edificio de oficinas, depósito de agua cruda y zona de pretratamiento de aguas, balsas de agua de refrigeración, almacenes y talleres etc.
Zona 7.- Elementos singulares: ferrocarril interior de descarga de carbón y carga de cenizas, y galerías enterradas.