Cada día hay un trabajador menos en el campo aragonés: "Tres motivos"

El campo aragonés ha vivido un año 2024 lleno de desafíos y contrastes, según el balance presentado por la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA). Este año ha seguido la tendencia del 2023, marcado por adversidades climáticas, principalmente la sequía, y los efectos económicos de la guerra en Ucrania. Aunque la producción final agraria ha aumentado ligeramente, la rentabilidad de las explotaciones ha continuado en descenso debido al elevado coste de los insumos.

David Andreu, miembro de la ejecutiva de UAGA en Teruel, ha explicado en COPE que las condiciones climáticas han afectado de manera desigual a las diferentes zonas de Aragón. Mientras la margen izquierda del Ebro ha registrado cosechas récord en algunos cultivos, la margen derecha, que incluye a la provincia de Teruel, ha sufrido graves pérdidas. En muchos lugares, los cultivos ni siquiera han llegado a cosecharse debido a la falta de precipitaciones.

“La sequía se ha intensificado este año, y su impacto ha sido más severo porque ya veníamos de un 2023 complicado”. Además, ha destacado que esta situación ha afectado no solo a los cultivos, sino también a la salud de los árboles y a la ganadería, que ha enfrentado dificultades para mantener los pastos y el agua necesarios.

Menos agricultores, más incertidumbre

Uno de los datos más preocupantes del balance ha sido la pérdida de 344 agricultores en Aragón durante el 2024, lo que equivale a la desaparición, prácticamente, de un agricultor al día. UAGA ha atribuido esta situación a varios factores, como el envejecimiento del sector, la falta de relevo generacional y las políticas agrarias poco enfocadas en apoyar a las explotaciones familiares y profesionales.

Andreu ha señalado que los fondos de inversión también han contribuido a esta problemática, ya que muchas explotaciones en plena producción han sido vendidas a grandes inversores, desplazando a los agricultores locales: “Esto nos ha preocupado mucho, porque cada vez hay menos agricultores y más tierras en manos de fondos que no dependen directamente del sector para su sustento”.

Producción agraria: un leve aumento sin beneficios claros

A pesar de las adversidades, la producción final agraria en Aragón ha registrado un incremento del 1 % respecto al año anterior, gracias a ciertos cultivos que han mostrado buenos resultados en la margen izquierda del Ebro. Sin embargo, este aumento no ha significado mayores beneficios para los agricultores, ya que los costes de producción han permanecido en niveles elevados desde el inicio de la guerra en Ucrania. Fertilizantes, gasóleo y otros insumos han mantenido precios altos, afectando gravemente la rentabilidad de las explotaciones.

“La renta agraria ha subido, pero no así la rentabilidad. Los costos nos han dejado en una situación peor que hace tres o cuatro años”. Además, ha criticado que las políticas de seguros agrarios no han diferenciado entre agricultores profesionales y otros perfiles, lo que ha dificultado aún más el acceso a estas herramientas, que consideran esenciales.

El impacto del acuerdo con Mercosur

De cara al 2025, UAGA ha expresado su preocupación por el acuerdo comercial entre la Unión Europea y Mercosur, que se hizo oficial a finales de 2024. Según Andreu, en este tipo de acuerdos utilizan al sector agrícola como moneda de cambio, lo que ha permitido la entrada de productos de otros continentes con estándares de calidad distintos: “Los consumidores deberían mirar la procedencia europea de los productos que compran, porque lo que nos va a llegar no cumple con las calidades que nosotros hemos establecido aquí en Europa”.

Un futuro incierto para el campo aragonés

El balance del 2024 ha dejado claro que el sector agrícola y ganadero en Aragón ha enfrentado retos significativos y que necesita políticas más focalizadas en las explotaciones familiares y profesionales. A pesar de las dificultades, desde UAGA han mostrado su esperanza de que el 2025 traiga mejores condiciones para el sector, aunque han advertido que el cambio climático y los costos elevados seguirán siendo desafíos importantes.

“Esperamos que este 2025 sea mejor, pero sabemos que las soluciones no han llegado todavía”, ha concluido Andreu en COPE.