La Fundación Agustín Alegre de Teruel pone en marcha proyecto "Personas Mágicas"

La Fundación Agustín Alegre pone hoy en marcha proyecto "Personas Mágicas". Con este quieren visibilizar, poner en valor e identificar los mejores apoyos para los cuidadores de personas dependientes. Un tema que toca muchas vidas, pero que a menudo no recibe el reconocimiento que merece.

La Fundación Agustín Alegre tiene dos objetivos. Por un lado, potenciar el arte, con la base de la obra del maestro figurativo que les da nombre, y gestionar cultura en todas sus manifestaciones de forma que genere recursos.

Unos recursos que se destinarán a crear un mejor sistema de atención a los grandes dependientes y a sus familiares, más cercano, más humano, con profesionales altamente preparados y adaptado a las necesidades de cada persona y su entorno.

Y es que los cuidadores son los héroes invisibles en nuestra sociedad.

Estos dedicados individuos, ya sean familiares o profesionales, se encargan de atender las necesidades de aquellos que, debido a la edad avanzada, enfermedades crónicas o discapacidades, requieren apoyo constante. Su papel es crucial, no solo porque proveen cuidado físico, sino porque también ofrecen compañía, empatía y amor.

Imagínate por un momento el día a día de un cuidador. Se levantan temprano, preparan comidas especiales, administran medicamentos, ayudan con la movilidad y, a menudo, están disponibles las 24 horas del día. Esta labor no solo demanda un esfuerzo físico y emocional inmenso, sino que también requiere una gran capacidad de adaptación y paciencia.

Pero, más allá del esfuerzo y la dedicación, es fundamental reconocer el impacto emocional de este trabajo. Los cuidadores enfrentan retos significativos, desde el agotamiento hasta el estrés emocional. Por eso, es vital que reciban el apoyo adecuado. Necesitan descansar, contar con recursos para su bienestar y, sobre todo, saber que su trabajo es valorado.

Agustín Alegre Brun es el director Gerente de esta fundación. Y nos ha dado a entender en COPE que, afortunadamente, cada vez más comunidades están comenzando a ofrecer recursos y apoyo para los cuidadores. Desde grupos de apoyo y programas de respiro hasta formación y servicios de asesoramiento. Estos recursos pueden hacer una gran diferencia en la vida de quienes dan todo de sí para cuidar de los demás.