La importancia de ampliar la red de apoyo para familias en duelo perinatal y por suicidio
Se trabaja en dotar a profesionales de herramientas para detectar, prevenir y abordar señales de riesgo del suicidio en jóvenes
Teruel - Publicado el
2 min lectura
El Gobierno de Aragón y el centro de Psicología Psicara están trabajando en la creación de una red de grupos de apoyo para acompañar a familias que han sufrido la pérdida de un ser querido por duelo perinatal o suicidio. Este proyecto busca ofrecer recursos especializados a quienes enfrentan estas experiencias traumáticas, consideradas entre las más complejas de afrontar.
La iniciativa, impulsada desde el Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales, tiene como objetivo brindar un espacio seguro donde las personas puedan compartir su dolor, recibir apoyo emocional y trabajar en su proceso de duelo.
Actualmente, ya existen grupos operativos en Zaragoza y Teruel, y se está avanzando para establecer otro en Huesca. Estas iniciativas, respaldadas por profesionales capacitados, ofrecen orientación y acompañamiento a quienes lo necesitan, especialmente en contextos donde el estigma y el silencio suelen dificultar la búsqueda de ayuda.
El proyecto también pone de manifiesto la necesidad de continuar sensibilizando a la sociedad sobre la importancia de la salud mental y la atención al duelo. Se busca no solo acompañar a las familias afectadas, sino también visibilizar estas problemáticas y romper los tabúes que las rodean.
Por otro lado, ¿Cuáles son las señales de alarma de una posible conducta suicida? Hay señales psicológicas, como personas en sufrimiento o con desesperación, que piensan que son una carga o que no encuentran el sentido vital.
A nivel conducta, cambios repentinos de humor o comportamiento, dejar de involucrarse en ciertas cosas o bajón académico.
Si lo estás pasando mal como superviviente, es normal el malestar, la sensación de culpa, rabia. Pero no dudes en pedir ayuda.
Y si lo estás pasando mal o tienes pensamientos de suicidio, estos pueden aparecer. Pero no lo dudes, pide ayuda a un amigo, un familiar, un psicólogo, tu médico de la cabecera. Y si no tienes esa red, tienes el 024 y el teléfono de la esperanza. Recuerda, no estás solo.