La importancia de los bares en las zonas rurales: "Si se muere, se acaba muriendo el pueblo"

Los bares desempeñan un papel crucial en el mundo rural, donde su importancia va más allá de ser simples espacios para comer o beber. En muchas localidades pequeñas, el bar es el centro neurálgico de la vida social, un lugar de encuentro donde los habitantes se conectan, comparten noticias y fortalecen lazos comunitarios. En pueblos con pocos servicios o espacios públicos, los bares funcionan como auténticos puntos de cohesión, contribuyendo a mantener vivas las tradiciones y el sentido de pertenencia.

En nuestra provincia, en los municipios en los que no hay bares, hay en marcha 108 multiservicios, que han demostrado ser una herramienta clave para frenar la despoblación y revitalizar el tejido rural. Con 236 municipios, uno de los principales desafíos es garantizar la continuidad de la vida en estos núcleos, especialmente cuando los recursos humanos escasean debido a la falta de relevos generacionales en los pueblos.

Además, los bares son esenciales para la economía local. Al generar empleo y atraer visitantes, especialmente en áreas turísticas, impulsan el desarrollo económico. Muchos bares rurales también actúan como escaparates de la gastronomía local, ofreciendo productos autóctonos y potenciando la identidad cultural de la región. Esto no solo enriquece la experiencia de los habitantes, sino que también refuerza el atractivo de estos pueblos para los turistas.

En el ámbito funcional, los bares rurales suelen cumplir múltiples roles. No es raro que también sean tiendas, oficinas de correos improvisadas o lugares donde los agricultores y ganaderos pueden intercambiar información. Este carácter multifacético es vital en lugares con acceso limitado a servicios.

En términos simbólicos, el cierre de un bar puede ser un golpe duro para un pueblo, ya que simboliza el declive demográfico y económico que muchas áreas rurales enfrentan. Sin embargo, iniciativas comunitarias para recuperar estos espacios están en aumento, destacando la voluntad de las personas por preservar estos lugares que son el alma del mundo rural.

En resumen, los bares rurales no son solo negocios; son centros de vida, economía y cultura, y su preservación es esencial para mantener la vitalidad de las zonas rurales.

En este sentido, la Diputación de Teruel va a abordar la importancia del bar en el entorno rural en una jornada divulgativa que se celebra mañana jueves 28 de noviembre en Monroyo, en la Comarca del Matarraña. La propuesta busca reflexionar sobre el papel de los bares como espacios clave en la vida social, cultural y económica de los entornos rurales tanto desde el ámbito de la experiencia como desde el de la ciencia.

De la mano del Centro de Innovación Tecnológica (CIT) de la provincia de Teruel, y organizada por la entidad ‘Gastropología: Antropología del Bar y la Fundación Restaurantes Sostenibles’, el evento está coordinado por Sergio Gil, antropólogo social especializado en las dinámicas propias de bares y restaurantes.