Tres municipios de Teruel impulsan la recuperación de las zanahorias amarillas y moradas autóctonas

Con este se busca rescatar una variedad tradicional olvidada

Pablo Fernández Pujol

Teruel - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

      
      
             
      

Mas de las Matas, junto con Aguaviva y La Ginebrosa, ha emprendido un innovador proyecto para rescatar las variedades autóctonas de zanahorias amarillas y moradas, que tradicionalmente se cultivaban en la región pero quedaron relegadas al autoconsumo. Esta iniciativa, liderada por la Oficina de Asesoramiento Agroalimentario y apoyada por el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), busca revitalizar la agricultura local, otorgar valor añadido a los productos de la zona y fomentar una economía más sostenible.

El origen del proyecto se remonta a la concentración parcelaria, un proceso iniciado por los ayuntamientos de estas localidades con el respaldo del Ministerio de Transición Ecológica. La concentración parcelaria tiene como objetivo reorganizar tierras agrícolas dispersas para hacerlas más productivas. Sin embargo, en lugar de centrarse únicamente en cultivos extensivos, se decidió apostar por la recuperación de un producto diferenciador y tradicional: las zanahorias amarillas y moradas.

Por ello, de la mano de Fandos Agricultura, lo hemos hablado con José María Nasarre, técnico de la Oficina de Asesoramiento Agroalimentario.

historia y potencial

Nasarre ha explicado en COPE que estas zanahorias formaban parte de los huertos familiares en el pasado, pero su cultivo fue desapareciendo gradualmente: “El control del 90% de la producción de semillas hortícolas por parte de empresas holandesas favoreció el auge de la zanahoria naranja, desplazando a otras variedades locales”.

El CITA, que conserva semillas de estas variedades autóctonas, está desempeñando un papel fundamental al facilitar el acceso a estas semillas para el proyecto. En esta fase inicial, se han establecido campos experimentales en colaboración con la Cooperativa San Antonio de Mas de las Matas y varios agricultores locales, quienes están probando estas variedades en sus tierras.

Los primeros resultados han sido muy positivos. Aunque el proceso incluye errores inevitables, Nasarre ha destacado que el balance es ampliamente favorable. La experiencia ha despertado el interés de entre 20 y 30 agricultores locales, quienes ya han cedido tierras para avanzar en el cultivo extensivo de estas zanahorias.

      
             
      

La recuperación de estas hortalizas no solo es una buena noticia para los agricultores, sino también para el territorio en su conjunto. Los ayuntamientos involucrados ven en este proyecto una oportunidad para reforzar la identidad de la región y generar empleo, siguiendo ejemplos exitosos como el tomate rosa de Barbastro o el melocotón de Calanda.

Las zanahorias amarillas y moradas no son solo visualmente atractivas, sino que también tienen características únicas de sabor. La variedad amarilla es más dulce, mientras que la morada tiene un toque ligeramente picante, lo que algunos describen como un sabor más "salvaje". En Mas de las Matas, un restaurante local ya las está incorporando en sus platos, explorando su potencial en guarniciones, asados y otras preparaciones gastronómicas.

El siguiente objetivo del proyecto es preparar las semillas para un manejo eficiente en el campo. Esto incluye procesos especializados de recubrimiento de semillas para facilitar su siembra con maquinaria moderna, lo que permitirá obtener un producto más estandarizado. La intención es posicionar estas zanahorias como un producto de alta calidad, vinculado al territorio y con un fuerte potencial de mercado.

      
             
      

Además, se está trabajando en la promoción de las zanahorias amarillas y moradas como un símbolo de Mas de las Matas, Aguaviva y La Ginebrosa: “Queremos que, igual que se asocia el melocotón a Calanda, estas zanahorias sean reconocidas como un producto único de nuestra región”.

Un futuro lleno de posibilidades

El proyecto no solo busca beneficios económicos, sino también reforzar el vínculo entre los habitantes de estas localidades y su patrimonio agrícola. Esta iniciativa, que combina tradición, innovación y sostenibilidad, podría convertirse en un modelo a seguir para otras comunidades rurales.

      

Con el apoyo continuo de los agricultores, las instituciones y el mercado, las zanahorias amarillas y moradas de Mas de las Matas están en camino de recuperar su lugar en los campos y en las mesas, demostrando que el rescate de productos tradicionales puede ser la clave para revitalizar un territorio.

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