La queja viral de una vecina de Zaragoza por lo que le sucede mientras va por la calle: "1 de julio"
Sara no puede evitar casi echarse a llorar por estar ya en verano y seguir viviendo una situación desagradable cuando está caminando por las aceras de la ciudad aragonesa
Publicado el
3 min lectura
Hay varias cosas que identifican a Zaragoza en el imaginario popular: El Pilar, el Ebro, la Jota, Agustina de Aragón... Pero las personas que viven en la ciudad aragonesa se enfrentan a situaciones como la que hace viral esta vecina de la capital de provincia en un vídeo. Ni en verano se libran.
Zaragoza es una joya de España, pero su apodo no es casualidad, sino que se debe a un fenómeno climático que ha influido en la vida de sus habitantes a lo largo de la historia. La ciudad tiene tanto viento, principalmente, por la orografía, ya que está en un gran valle rodeado por los Pirineos al norte y el sistema Ibérico al sur.
Aparte de impedir que llueva más a menudo, hacen de barrera y canalizan todo el viento proveniente desde el norte con el río Ebro que deja de encontrar obstáculos en la capital maña. Las situaciones que favorecen la aparición del cierzo se producen cuando hay más altas presiones en el mar Cantábrico y presiones más bajas en el Mediterráneo.
Entonces, el valle del Ebro sirve como embudo para el viento. Aunque el cierzo no es el único tipo, ya que en Zaragoza también conocen el bochorno y el fagüeño. La capital maña es la más ventosa de España y tienen en torno a 200 días al año con aire, aunque gran parte de los vientos se dan en invierno o en primavera.
Zaragoza
Este fenómeno meteorológico especial de la ciudad aragonesa tiene también su implicación en el intenso frío que se siente en la capital del Ebro. Si en Zaragoza se siente casi más que en otro lugar, es debido al cierzo, que junto con las temperaturas bajas provoca una sensación térmica más baja. Pero es que en verano tampoco se relaja.
En cambio, el bochorno es el que le lleva la contraria al cierzo. También camina por el valle del Ebro, pero en dirección contraria, como si fuera un salmón remontando el río. Es un viento caliente y húmedo. Por otro lado, está el fagüeño, también conocido como regañón o castellano, que es un viento del suroeste más seco.
Desde las leyendas que hablan de vientos que traen fortuna hasta los eventos históricos donde el viento ha sido un protagonista, Zaragoza y el viento están intrínsecamente ligados. Sus edificios más antiguos, con su mezcla de estilos islámico y cristiano, han sido diseñados y adaptados para resistir los aires más violentos.
Los habitantes de Zaragoza han aprendido a adaptarse al viento en su vida cotidiana. Una de las soluciones modernas que han encontrado para disfrutar del aire libre con los cerramientos de terrazas. Sin embargo, esta joven no puede evitar casi echarse a llorar, por lo que sufre cuando ya es verano.
Lo que le sucede mientras va por la calle
Recalca que es "1 de julio", pero eso no impide a ese cierzo volar por las calles de Zaragoza levantando todo lo que se pone en su camino. Baja desde el noroeste y limpia el aire a su paso, haciendo en muchas ocasiones que la sensación térmica sea muy inferior a lo que marcan los termómetros. Pero eso no es un alivio para esta joven del vídeo viral.
El cierzo es de los zaragozanos y en el fondo lo quieren, aunque a menudo moleste. En invierno porque es frío y desapacible, y en verano porque su condición de viento seco contribuye a desecar los campos. Aunque, como dicen por allí, también contribuye a librarles de la polución, de no pocas plagas y de la niebla.