La costumbre de una vecina centenaria de Zaragoza cada vez que va a un bar a tomar café: "Todos los días"

COPE conoce a Pilar, Nati, Leonor y Carmen, cuatro mujeres que han cumplido 100 años. Todas viven en la Residencia San Antonio de Padua de Ozanam, en Zaragoza, y se valen solas

Álvaro Montaner

Zaragoza - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

¿Qué tienen en común cuatro mujeres de 100 años, además de su edad? Por no mentir, una de las cuatro protagonistas de esta historia ya tiene 101. Son Pilar (101), Nati, Leonor y Carmen (100). Son de Zaragoza y son el vivo ejemplo de que la edad es un número, una cifra, y que lo realmente cuenta es el espíritu.

COPE Zaragoza ha conocido la historia de cuatro mujeres que han pasado por multitud de momentos históricos. Nacidas entre el 1923 y el 1924, en sus retinas guardan multitud de recuerdos. Son, casi casi, parte de la historia. Han visto la guerra y la paz. Han visto diferentes Papas. Otros tantos Reyes. Ya ni hablamos de los cambios de gobierno o del salto a la democracia, en la etapa de la transición.

El club de las centenarias

¿Qué tienen en común estas cuatro mujeres? Fundamentalmente, su autonomía. Las cuatro viven en el barrio de Torrero, en Zaragoza, en la Residencia San Antonio de Padua, que depende de la Fundación Federico Ozanam. Y aunque en este centro están bien atendidas, todas ellas son autosuficientes.

Eso significa que por la mañana se levantan de la cama y se asean y visten por sí solas. También que (avisando al centro) pueden salir a pasear por las calles del barrio, ir a sus comercios, hacer recados o, incluso, ir a tomar café.

Esto es algo que hace todos los días Pilar (101). Sale de la residencia y acude al bar que está al lado, donde ya la conocen. Pilar nunca ha salido de su barrio. Nació en Torrero y en Torrero sigue viviendo. "Todos los días voy al mismo sitio a tomar mi café con leche con churros y todos los días entra alguien a saludarme, porque aquí todos me conocen".

Muchos días lo hace en compañía de sus sobrinos. Desde luego, tiene para elegir, porque en su árbol genealógico tiene un total de 60. Así que unos u otros, siempre acuden a estar con ella...

Distintas aficiones

Para Nati, la pintura ha sido una de sus aficiones tardías. Define a su compañera Pilar como "valiente". Y a Leonor como "una buena persona" aunque "un poco cobarde, que siempre tiene miedo a caerse...". Ella es natural de Barcelona, vivió en Girona y ha terminado en Zaragoza, de donde era su madre. "Si ella viviera, estaría feliz de que yo hubiera terminado aquí".

Comenzó en la pintura de forma tardía. Con 90 años acudió a un Centro Cívico de Zaragoza, también de Torrero, donde pudo demostrar su talento. No en vano, en algunas zonas de la residencia se pueden ver sus pinturas. Una de ellas es muy especial. Es su casa de Girona, que mandó construir con sus gustos. "Sobre todo que tuviera muchas flores". Y de fondo, otra de sus pasiones, el mar.

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Para Leonor, las sopas de letras son su gran entretenimiento. "Aunque cada vez veo menos, pero me entretienen". Ella es natural de Mirambel (Teruel) aunque ha vivido muchos años en La Puebla de Híjar, también en la provincia turolense. Es una mujer tranquila y usa bastón, aunque también desprende vitalidad.

Y para Carmen algunas de sus aficiones son el piano o el ajedrez, al que juega todavía de vez en cuando con una de sus cinco hijas. Señal de que sigue llena de vitalidad y de que la cabeza, como al resto de sus compañeras, le funciona. Las cuatro, todas ellas, son un vivo ejemplo de lo que muchas veces se dice: la edad es solamente un número.

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