La plantilla del autobús pide cámaras de seguridad para eliminar los ángulos muertos
Los trabajadores dicen que los nuevos vehículos eléctricos tienen problemas de visibilidad. El 4 de enero se reúnen con Avanza en el SAMA, con la amenaza de huelga sobre la mesa
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La plantilla del autobús urbano reclama que se instalen cámaras de seguridad para eliminar los ángulos muertos de los nuevos vehículos 100% eléctricos de la marca Irizar. Es una de sus exigencias de cara a evitar una posible huelga, que los trabajadores podrían llevar a cabo a partir de enero los fines de semana.
La responsable de Movilidad del Ayuntamiento, Tatiana Guades, aseguró este martes que “no hay motivos para la huelga” y recordó que estos vehículos funcionan en otras ciudades de España “sin ningún problema”. Desde el Comité de empresa de Avanza, su presidente, José Manuel Montañés, no está de acuerdo: “En muchas otras ciudades tienen cámaras que ayudan a la conducción y eliminan los ángulos muertos”.
Entre sus peticiones figura también la instalación de otro tipo de cámaras que permitan controlar el descenso de viajeros, el freno de las puertas y solventar los problemas de lunes “de posición, cortas e intermitentes, que no lucen en decenas de vehículos, y no solo en los que tienen más de 16 años”, ha precisado.
Montañés insiste en que lo que están reclamando son “más medidas de seguridad” y recuerda que los carriles bus en Zaragoza “son muy mejorables”. “En otras ciudades incluso tienen plataformas únicas para los autobuses, se trata de dotar de medidas para que no haya accidentes”, asegura.
El comité de empresa de Avanza denuncia, además, que algunas funciones de estos nuevos vehículos eléctricos, como la calefacción o la dirección, funcionan peor cuando tienen la batería baja y entran en “modo ahorro”. “En otras ciudades tienen pantógrafos pero en Zaragoza los autobuses no cargan a final de línea, solo en cocheras”, explica.
Por otra parte, reclaman a la dirección de Avanza que retire los expedientes abiertos a los trabajadores que se han negado a conducir estos vehículos precisamente alegando falta de medidas de seguridad.
LA REUNIÓN QUE NO LLEGA
La plantilla ha pedido sin éxito al Ayuntamiento una reunión en la que esté presente la empresa y también la Policía local “para tratar el tema y buscar soluciones”. Desde el 13 de diciembre, “nadie se ha puesto en contacto con nosotros, parece que no tienen interés en realizarla”, lamenta Montañés.
Entretanto, los trabajadores están convocados a un referendum este 4 de enero, en horario de 4,30 a 0,00 para votar la propuesta del comité de empresa de emprender paros parciales los días 6 y 7 de enero, de 9,00 a 10,30 y de 20,00 a 21,30. Una huelga que se tratará de evitar en el SAMA (Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje) en una reunión en la que se ha citado a las partes el mismo 4 de enero a las 10 de la mañana.