Secuestran a una mujer de etnia gitana para alejarla de su novio musulmán
Cuatro personas, dos hombres y dos mujeres de entre 25 y 35 años, han sido detenidas en Zaragoza por la Policía Nacional. Tenían a la mujer atada con cadenas a una cama
COCHE POLICIA
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Cuatro personas, dos hombres y dos mujeres de entre 25 y 35 años, han sido detenidas en Zaragoza por la Policía Nacional como presuntos autores de un delito de detención ilegal de una mujer a quien mantenían atada con cadenas a una cama. Al parecer la mujer pertenece a la familia de los detenidos, que es de etnia gitana y que no aceptaban la relación que mantenía con su novio de origen marroquí y religión musulmana. Los detenidos ya la habian incluso amenazado con anterioridad para que le dejase.
La investigación comenzó tras una denuncia cursada el martes 17, dos días antes de las detenciones, en el grupo de Atracos y Secuestros de la Brigada Regional de Policía Judicial, por una posible detención ilegal de una mujer.
Según manifestó el denunciante, sobre las 12.45 horas, cuando se encontraba con la víctima y una tercera persona en un bar de la zona del Gancho, cuatro personas entraron en el local y empezaron a increparles, agarrando por los brazos a la mujer y consiguiendo sacarla del bar a la fuerza. Se la llevaron en un vehículo pese a la resistencia ofrecida por ésta.
Los agentes, en tan sólo dos horas, consiguieron localizar el domicilio en el que supuestamente estaría retenida la mujer, y en colaboración con el Grupo de Operaciones Especiales consiguieron acceder a la vivienda ubicada en la calle Oviedo, liberando a la víctima, que se encontraba atada con cadenas a una cama.
Cuando se produjo la intervención, los responsables de los hechos ya no se encontraban en la citada vivienda. Horas después, los agentes consiguieron identificar y detener a dos hombres y dos mujeres como los presuntos autores de la detención ilegal. Todos ellos forman parte del circulo familiar de la víctima.
Los detenidos fueron trasladados a dependencias policiales y puestos a disposición del correspondiente juez de Instrucción en funciones de guardia, quien tras oírlos en declaración decretó su puesta en libertad con la obligación de presentarse ante la autoridad judicial cuando sean requeridos.