El Real Zaragoza vuelve a las andadas en casa ante un Málaga en inferioridad (0-0)

El Real Zaragoza volvió a las andadas en La Romareda tras igualar con el rey del empate a domicilio, el Málaga, que se mantiene invicto lejos de su campo con siete empates en otros tantos encuentros, a pesar de que jugó una hora en inferioridad numérica por la expulsión de Kevin Medina.

El conjunto aragonés, que parecía haber enmendado las tres derrotas consecutivas en casa que sufrió con la victoria ante el Granada, volvió a echar un borrón tras no pasar del empate ante un equipo andaluz en inferioridad numérica y que no pasó por grandes agobios a pesar de ello.

Por contra, el Málaga engorda su estadística de empates lejos de La Rosaleda y sigue sumando, pensando en acercarse a la parte alta teniendo en cuenta que tiene pendiente de jugar el partido aplazado contra el Levante.

La igualdad fue la tónica de la primera parte porque la presión que ejercían ambos conjuntos impedía a cualquiera de los dos acercarse a las áreas. La mayoría del juego transitaba por la medular con zaragozanos y malagueños más pendientes de no perder el balón que de crear juego.

El Málaga insistía en el toque continuado y era el conjunto 'blanquillo' el que, de vez en cuando, intentaba variar con algún centro al área, especialmente por medio de Iván Calero aunque sin peligro.

Sin embargo, el que primero se acercó suponiendo una amenaza fue el equipo andaluz en el minuto 21 en una contra conducida por David Larrubia cuyo disparo en el área salvó con una gran intervención el meta maño Gaetan Poussin.

Respondió el Real Zaragoza con un remate de Calero que sacó con apuros Alfonso Herrero en el 26 y tres minutos más tarde el exzaragocista Manu Molina enganchó un potente disparo desde fuera del área que Poussin envió a corner con apuros.

Ahí se acabó la pólvora de los dos equipos porque hasta llegar al descanso nadie fue capaz de encontrar opciones de marcar. Sin embargo, el conjunto de Sergio Pellicer, que sufrió la expulsión de Kevin Medina en el 35 por una dura entrada a Marc Aguado, fue curiosamente el que dio más sensación de peligro que un Real Zaragoza en superioridad hasta la llegada del descanso.

La superioridad numérica del equipo de Víctor Fernández le permitió tener más presencia en el área visitante en el segundo tiempo, pero todos los remates 'blanquillos' eran o flojos o poco colocados o desviados, lo que supuso que el meta Herrero no tuviera ningún problema para blocar o despejar los que iban a puerta.

El Real Zaragoza lo intentaba pero a pesar de rematar con asiduidad no hubo más que dos ocasiones claras, en el minuto 71 con un remate de Marcos Luna en boca de gol que sacó la defensa, y en el 89 con un cabezazo de Alberto Marí que envió el meta malagueño a saque de esquina.