La teleasistencia: el antídoto contra la soledad para que los mayores sigan viviendo en su hogar

La Diputación de Zaragoza amplía de 3.000 a 3.500 dispositivos este servicio para envejecer de forma activa y segura. Se acaba así con la lista de espera

Marta López

Zaragoza - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

La teleasistencia es una solución para que las personas mayores puedan envejecer de forma activa, sin abandonar su hogar y su entorno, con la seguridad de que, si pasa algo, hay alguien al otro lado que les puede ayudar. En COPE, hablamos de cómo se presta este servicio en la provincia de Zaragoza.

La Diputación Provincial ha ampliado esta prestación, pasando de 3.000 a 3.500 dispositivos y acabando así con la lista de espera. El formato es el de una especie de collar o colgante con un botón que el usuario puede pulsar si necesita ayuda. En ese momento se activa un manos libres para poder hablar con las personas que prestan el servicio.

¿Quién esta al otro lado? Son profesionales: psicólogos, terapeutas, trabajadores sociales, “que saben comunicar y conectar con las personas mayores y les sirven incluso de recordatorio para sus citas médicas”, explica la vicepresidenta de la Diputación de Zaragoza, Teresa Ladrero.

Se trata de un servicio que se presta 24 horas al día, de lunes a domingo, los 365 días del año. Está destinado a las personas mayores residentes de la provincia de Zaragoza, porque la capital ya tiene su propio servicio.

“Distintos estudios muestran que es muy positivo mantener sus rutinas, sus horarios y en compañía de sus vecinos porque la vejez es un periodo de cambios y viene acompañada de soledad”, señala. Es decir, envejecer de forma activa en su entorno y con seguridad.

¿Quién y cómo puede solicitar la teleasistencia?

El servicio se puede solicitar acudiendo a los Servicios Sociales de los Ayuntamientos o de la comarca. Pueden hacerlo las personas mayores de 65 años o menores de esas edad que lo necesiten, en ese caso necesitarán un informe de esos mismos Servicios Sociales.

El perfil de las personas usuarias dice mucho sobre cómo se afronta esta etapa de la vida. El 80% son mujeres, la mayoría tienen más de 80 años. 2 de cada 3 viven solas.

Cada año se atienden unas 182.000 llamadas, unas 500 al día. 2 de cada 3 son de seguimiento, pero también hay un 10% (unas 20.000 llamadas al año) que son agendas de recordatorio. Además, existe otro 20%, unas 100 llamadas al día, que son “alarmas”, la mayoría “porque necesitan compañía” y solo un 10% de ellas son emergencias “bien una caída, un traumatismo, un problema de salud, un resfriado o cualquier otra incidencia de mayor o menor gravedad”, detalla Ladrero.

De los 500 nuevos terminales, 342 ya están funcionando y hay otros 170 pendientes de conexión o de alguna documentación de Servicios Sociales pero van a entrar en servicio en los próximos días. Se acaba así con la lista de espera, porque es un servicio muy demandado.

La demanda responde sobre todo a una “mayor conciencia”. Desde la pandemia, nos hemos dado cuenta de lo importante que las personas mayores y vulnerable estén aseguras y acompañadas en su propia casa. Todos los usuarios consideran que este servicio les ayuda mucho o bastante. Y el 99% afirma que que le da tranquilidad.

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