Angel Lasheras: “El sector de las orquestas está hundido”

Este está siendo un verano sin fiestas. Sin vacas por las calles de los pueblos, ni torneos de guiñotes, ni bingos a media noche. Y por supuesto sin bailes que nos lleven a danzar con mayores y niños, con el de la peña de al lado, con la vecina de la fuente. Las orquestas han tenido que colgar sus instrumentos, sus trajes, sus mesas de sonido. Angel Lasheras, presidente de AEGORE, Asociación de Empresas de Grupos y Orquestas de la Ribera del Ebro contaba que hace un par de meses aún tenían esperanzas, pero cuando el gobierno de Aragón anunció la supresión de las fiestas hasta el 31 de agosto supuso un duro golpe. Luego fue hasta el 31 de septiebmre y “el mazazo fue brutal. El sector está hundido”.

Lasheras cuenta que se ha podido trabajar un poco. Y es que las orquestas se han reinventado para hacer espectáculos dirigidos a un público sentado como manda el protocolo de sanidad. Pero hay un buen número de ayuntamientos que no han querido contratar ni hacer nada, “no se ha progrmana nada e incluso algunas las han suspendido sin ningú ntipo de indenmización” lamenta Lasheras.

Hay, sin embargo, otros ayuntamientos que sí apuestan por las orquestas. Alagon, por ejemplo, contrata todos los fines de semana en la plaza de toros uno de estos espectáculos con orquestas. También lo hacen en Magallon, Pastríz, Cariñena o Zuera, pero la gran mayoría ha dejado de contratar orquestas.

El presidente de AEGORE, se queja también de que no han tenido ayudas. Directamente, y por parte del Gobierno de Aragón no ha habido ninguna. Sólo cuentan las ayudas genéricas para las emperesas pero para este tipo de negocio es muy dificil acceder, “has tenido que nacer en miercoles, ser rubio, llevar gafas y ser zurdo para conseguir esas ayudas”, se queja con ironía Lasheras.

Eso sí, se puede ayudar promocionando, como hizo el ayuntamiento de Zaragoza. Lasheras, recuerda como el alclade, Jorge Azcón y David Lozano, gerente de Zaragoza Cultural, organizaron un concierto piloto en junio para animar a los ayuntamientos a que contrataran a las orquesas. Pero no fue suficiente. La realidad es que hay orquestas que han desarparcido y muchos músicos han tenido que cambiar de oficio. Habrá que esperar tiempos mejores para volver a bailar.

Síguenos en Facebook y Twitter