Cambian las labores de rastreo: Lo habitual es no dar contactos o muy pocos
Hablamos con Natalia Gascón, enfermera del Centro de Salud de Alagón y rastreadora de posibles casos de coronavirus
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Ha pasado casi un año desde que comenzaron a prestar servicio los equipos de refuerzo de los conocidos rastreadores para luchar contra la propagación del Covid. Médicos, enfermeras, estudiantes de Ciencias de la Salud, militares o trabajadores sociales. Toda ayuda era poca para llamar a las innumerables listas de contactos que daban los positivos por Covid. Pero un año despúes, ¿cómo han cambiado las labores de rastreo?
Si antes la mayoría de los positivos se afanaban por no dejarse a nadie en el tintero, hoy es la picaresca la nota predominante. Natalia Gascón, enfermera del Centro de Salud de Alagón, comenzó hace un año con un contrato de refuerzo para realizar labores de rastreo. Ahora, hace muy pocas llamadas y lo combina con la administración de vacunas y otras tareas. Según nos ha explicado en Cope, “después de un año de experiencia todo el mundo aprende y hay todo tipo de picaresca. Lo común ahora es no dar prácticamente contactos. Y la tendencia que es que aparezcan personas positivas por sintomatología. Es algo más complejo porque alcanza a personas con un cuadro clínico importante”.
Las cuarentenas también se toman más a la ligera. Hay cansancio. Pero no debemos olvidar que el virus sigue ahí y que contagia igual que hace un año. Los profesionales también se enfrentan a las dudas de los pacientes, que saben mucho más del virus, de las recomendaciones y que no están dispuestos a regalar ni un solo día de más a la cuarentena. "Se conoce más el protocolo, y hay cuestiones más peliagudas para encajar dudas y diferencia de criterio entre profesionales. Algunas de esta dudas: ¿cúanto tiene que durar mi aislamiento: desde que estuve en contacto con el positivo o desde la prueba diagnóstica?, ¿cuándo tengo que salir de mi aislamiento si soy positivo: desde el inicio de síntomas o 10 días después de mi PCR?
Hay muchas cosas que han cambiado en los rastreos. Ahora son menos las personas que se encargan de estos trabajos. Suele haber un rastreador oficial que cuenta con el apoyo de enfermeras, como Natalia. La rastreadora trabaja de lunes a viernes. Los fines de semana no hay rastreo pero, en algunos lugares, este trabajo se continúa haciendo de manera voluntaria con los refuerzos o los enfermeros. “Te das cuenta de las exigencias porque todo el mundo quiere que haya un rastreador 24 horas para que te den el resultado”, asegura esta enfermera. Es por ello que ha hecho un "llamamiento a calma porque esas labores no hay obligación de hacerlas y las hacemos con toda la buena intención".
En estos momentos es difícil determinar cuántos rastreadores hay en Aragón. En los meses más duros de la pandemia, sobretodo en noviembre, alrededor de 400 personas realizaban estas tareas. Había sanitarios, pero también trabajadores sociales o militares (82 llegaron a colaborar con la sanidad aragonesa). Y se llegó a tener a 24.000 personas bajo rastreo. Un esfuerzo titánico que se ha ido relajando, a la par que la pandemia, y cuya organización ha quedado en manos puramente de los centros de salud.