A la caza de la ganga solidaria en el Rastrillo Aragón

Del 25 de octubre al 3 de noviembre, la Sala Multiusos del Auditorio se llena de delantales rojos. Este año el dinero se destinará a ampliar la residencia Ozanam Nuestra Señora del Carmen

Marta López

Zaragoza - Publicado el

3 min lectura

      
      
             
      

Es la cita solidaria por excelencia y un fijo en el calendario. Cada año, la Sala Multiusos del Auditorio se llena de los característicos delantales rojos de los 800 voluntarios, en su mayoría mujeres, de la Fundación Federico Ozanam en el Rastrillo Aragón. Esta edición, la número 37, ha abierto ya sus puertas.

En este Rastrillo podemos encontrar productos de todo tipo a muy buen precio: desde libros, juguetes, instrumentos y bisutería hasta ropa, muebles y pequeños electrodomésticos. El lema, una vez más, sigue siendo “Ayúdanos a Ayudar”.

La novedad de este año la trae el stand “La Bodega”, con vinos de las cuatro Denominaciones de Origen de Aragón, cava y artículos de regalo. Su responsable, Agustín López, nos ha explicado que podemos encontrarlos a precios “más económicos pero solo un poco porque si no nos acusan de competencia desleal”. Entre 4 y 13 euros, el abanico es amplio.

Además, y como novedad, “hay unos botes (33cl) de Azzulo, un vino blanco semidulce, para tomar en viajes, en la playa o cuando llegas a casa y quieres una copita de vino y no abrir una botella entera”, detalla.

Junto a este puesto, encontramos otro puesto, ideal para los más 'lamineros'. “Cada día traemos surtido nuevo bollería de diferentes pastelerías de Zaragoza y trenzas y rosquillas de Huesca, no sabrías con cuál quedarte”, dice mientras coloca los dulces en las bandejas.

En esta edición se van a sortear, además, dos bicicletas valoradas en 1.000 euros y se podrán comprar números para el sorteo de la Lotería de Navidad 2024.

      
             
      

Darse un paseo por el Rastrillo es encontrar de todo. Desde decoración navideña, hasta trajes de baturra pasando por ropa de cama. “Aquí tenemos de todo para la casa, toallas, nórdicos, mantas, sábanas, delantales... Estamos todo el año haciéndolo nosotras y es una oportunidad porque está más barato y ayudamos a los abuelos para la residencia”, explica Maribel, una de las voluntarias.

Ella no duda en asegurar que estas sábanas “son de las buenas, no les salen bolitas nunca”.

Entre las gangas más apetecibles está la ropa de segunda mano de bebé y niños hasta 14 años. “Tenemos camisetas a un euro, abrigos a 10 y vestidos a 5, está muy barato, esperamos venderlo todo”, aseguran.

      
             
      

LOS PRIMEROS DE LA FILA

La expectación que genera el Rastrillo Aragón es tal que hay quienes no dudan en hacer fila para ser los primeros en entrar y conseguir las mejores oportunidades.

El más madrugador ha sido Manuel. “Hay que comprar cosas y ayudar a esta gente, que hacen residencia y todos vamos cumpliendo años”, bromea. Entre sus compras habituales están “cosas de cerámica, de cristal, de plata, ropa... de todo un poco”.

Tampoco se lo ha querido perder Susana. “Vamos a lo que surja, todos los años venimos el primer día, yo tengo una colección de muñecas y aquí las encuentro muy baratas”, señala. Junto a ella, Pilar asegura que viene “cuatro o cinco veces cada año” porque “hay que colaborar”.

      

INAUGURACIÓN OFICIAL

En la inauguración oficial este viernes, las instalaciones del Rastrillo han sido bendecidas por el Vicario General de la Archidiócesis, don Rubén Ruiz. “Que el señor os bendiga, que se venda todo y no quede nada”, ha dicho.

El fin lo merece. El dinero que se recaude irá destinado a ampliar la Residencia Ozanam Nuestra Señora del Carmen, cuyas obras podrían empezar el año que viene. “Permitirán añadir 15 camas más y actualizar la residencia”, ha señalado el presidente de la Fundación, Fernando Galdámez, quien ha puesto en valor el trabajo de las voluntarias.

A la inauguración han asistido también la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca; y la consejera de Políticas Sociales del Gobierno de Aragón, Carmen Susín.

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