Llegan las vacaciones. El inicio del mes de julio supone, para muchos, una puerta abierta a nuevos destinos, a viajes, a veranear en otros lugares fuera de Aragón. Pero, ¿qué ocurre con los que todavía no tienen vacaciones hasta agosto? O más aún, con los que no tienen vacaciones a secas.

Sin salir de nuestra Comunidad Autónoma, existen muchos destinos con encanto en las tres provincias. Son municipios que se encuentran encuadrados en la lista de la asociación de los 'Pueblos más bonitos de España'. Hay un total de 13 localidades que tienen el privilegio de contar con este distintivo.

¿Cuáles son? ¿Qué tienen de especial? Te las descubrimos, una a una, en una lista que puede ayudarte a desconectar unos días si no tienes vacaciones como tal. Lugares que tenemos a la vuelta de la esquina y que te enamorarán de principio a fin. Arrancamos el recorrido de norte a sur.

1. Ansó (Huesca)

Ubicada en el corazón del Pirineo aragonés es un remanso de paz. Ansó sorprende por su belleza y lo bien conservado que tiene su casco urbano. Sus paisajes son espectaculares. Se encuentra cerca del valle de Zuriza y de Linza y cerca de su ubicación se puede visitar el Monasterio de Siresa, en el Valle de Hecho.

Conformado por estrechas calles de piedra, es un lugar perfecto para la desconexión y para pasar el fin de semana. Perderse por sus calles, catalogadas como Conjunto Histórico-Artístico puede ser un buen plan. También el de disfrutar de sus casas típicas de piedra, de grandes dimensiones, que pueden transportarnos a otra época.

2. Sos del Rey Católico (Zaragoza)

Otro de los destinos que se puede disfrutar está en las Cinco Villas. Cuna del Rey Fernando 'El Católico', Sos tiene muchas referencias medievales como su torre del homenaje, del Siglo XII, en lo alto de la localidad. Pero también son dignas de ver la plaza Mayor, la lonja, su casa consistorial o sus grandes casas nobiliarias.

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Cabe hacer mención especial al palacio de Sada, donde nació el rey aragonés, parte fundamental de la historia de España, que actualmente acoge en su interior un centro de interpretación que gira en torno a la figura del monarca.

3. Aínsa (Huesca)

Una de las joyas de la corona de Aragón. Su plaza central es un monumento en sí mismo. Un pueblo para visitar en cualquier época del año, pero ideal para desconectar unos días en verano. Por su belleza... Y su gastronomía. No en vano, acoge a uno de los restaurantes con Estrella Michelin de Aragón: el Callizo.

Pero también es de visita obligada la iglesia románica de Santa María, uno de los mejores ejemplos del románico del Alto Aragón. Pero también está el Castillo de Aínsa, o los restos, así como el Ecomuseo de la Fauna Pirenáica.

4. Roda de Isábena (Huesca)

Hablar de Roda de Isábena es hacerlo de su monasterio. La ex-catedral de San Vicente, considerada como la más antigua de Aragón, es uno de los referentes culturales de nuestra Comunidad Autónoma. Además, como curiosidad, es la más pequeña de España. Comenzó a construirse en el siglo XI, con un estilo románico lombardo. Pero con el paso del tiempo ha sufrido diversas modificaciones.

Además de esto, si vamos a este municipio podemos hospedarnos en uno de sus emplazamientos -conectado con la Red de Hospederías de Aragón- y cuyo restaurante se ubica en el antiguo refectorio de la catedral. Cerca de ahí, prácticamente pegado, está el palacio del Prior, que data del siglo XVI.

5. Alquézar (Huesca)

Otra de las joyas urbanísticas de Aragón. Una población que se extiende a los pies de su castillo islámico, que fue convertido en colegiata tras la reconquista cristiana. Esa colegiata es digna de visita. Pero no es el único plan que podemos encontrar.

Porque para los que quieran descubrir el entorno natural, pueden hacer la ruta de las pasarelas por el río Vero, prácticamente sin salir del municipio. Un plan idóneo para ir en familia. Y después, para reponer fuerzas, se pueden degustar sus viandas y disfrutar de su cocina tradicional en los diferentes restaurantes del pueblo.

6. Calaceite (Teruel)

Si seguimos bajando, tocamos ya la provincia de Teruel. Es uno de los mejores conjuntos urbanos conservados de nuestra Comunidad Autónoma. Hay quien, incluso, lo ha llegado a catalogar como la 'Toscana aragonesa'.

Además de su belleza exterior, su belleza radica también en su cultura. Su pasado literario rezuma por los rincones de este municipio turolense. García Márquez ('inventor' del realismo mágico), Vargas Llosa o Carlos Fuentes pasaron por Calaceite. Literatura aparte, su historia también se puede (casi) tocar. Y un buen ejemplo de ella es su poblado Íbero.

7. Valderrobres (Teruel)

El máximo exponente de esa 'Toscana aragonesa'. La capital de la comarca del Matarrana tiene un patrimonio arquitectónico de otra época. Es como viajar en el tiempo. Incluso, es como salir de España, pero sin salir de Aragón.

Su plaza de España y su ayuntamiento, del siglo XVI, son algunos de los grandes ejemplos. El río Matarraña, que da nombre a la comarca, parte en dos el pueblo. A un lado el casco antiguo y el arrabal del puente, al norte. Su puente de piedra y sus murallas también son joyas que se remontan nada menos que al siglo XII o al XIV.

8. Anento (Zaragoza)

El único de esta exclusiva lista que ubicamos en la provincia de Zaragoza. Se encuentra a solo 20 kilómetros de Daroca. Su iglesia románica de San Blas, con un precioso retablo, es uno de sus grandes atractivos. Pero también sus paisajes naturales, como el manantial con paredes de piedra y musgo.

Fue uno de los últimos en entrar en este selecto club de los 'Pueblos más bonitos de España' y, entre otras joyas que alberga entre sus fronteras, está el castillo medieval que data del siglo XIV. Cuenta la leyenda que sirvió como refugio durante el ataque de los soldados castellanos de Pedro el Cruel.

9. Mirambel (Teruel)

Volvemos a la provincia de Teruel. Premio 'Europa Nostra' a la conservación, este galardón habla muy a las claras de lo cuidadas que son sus calles, de una época pasada, y que hacen el pasear por sus calles un lujo cotidiano.

¿Cuáles son algunas de sus edificaciones más llamativas? Pues, entre otras, el Portal de las Monjas, el convento de las Agustinas, la iglesia de Santa Margarita o su propio ayuntamiento, que cuenta con estilo renacentista.

10. Cantavieja (Teruel)

Otra localidad con tintes medievales en sus calles. Caminar por Cantavieja es recorrer un entramado de calles abigarradas, con secretos, historia y un pasado que fue de lo más convulso.

El arco de la Torre, la Casa el Bayle, la Plaza Porticada o la iglesia de la Asunción, son algunas de las zonas con más historia, mayor riqueza cultural y que nos harán ser testigos mudos de su agitado pasado. Pero mucho más atrás en el tiempo, este municipio también fue asentamiento de los Íberos o de las andanzas del 'Camino del Cid'.

11. Albarracín (Teruel)

Conforme uno avanza en la lista es más complicado decantarse por un destino, de ahí que decir que Albarracín es otro municipio único quizá suene vacío. Pero no. Su imagen es de postal, con sus balcones corridos, su muralla, sus monumentos o el color rojizo de muchas de sus edificaciones.

Además de todo esto, su plaza Mayor también es un buen lugar para perderse. También la catedral iglesias de Santiago y Santa María, la casa.museo Noble de la familia Pérez y Totuela, el Museo Municipal o el Museo Diocesano.

12. Puertomingalvo (Teruel)

Penúltima parada de esta exclusiva lista. También en la provincia de Teruel, donde los pueblos más bonitos de Teruel son mayoría. Rodeada por los tramos de su muralla, que data de los siglos XIV-XV, nos recuerda de nuevo la gran influencia que tuvo el municipio en la época medieval.

En Puertomingalvo hay algunos lugares imperdibles: la Iglesia de la Purificación, la casa consistorial o el Hospital de Gracia. Y por supuesto, sus gentes, su gastronomía o la hospitalidad que tiene en cada uno de sus rincones.

13. Rubielos de Mora (Teruel)

Última parada. De nuevo en la provincia de Teruel. Es el equilibrio entre la arquitectura civil y la religiosa. Región Ambarina, tiene un gran legado faunístico de tiempo inmemoriales.

Además de su ayuntamiento, que nos da la bienvenida, encontramos entre sus calles el antiguo Hospital de Gracia, la ex-colegiata de Santa María o el antiguo convento del Carmen. Toda una suerte de recorrido al que también es posible escaparse de forma exprés para que, si al menos no hay muchas vacaciones, poder disfrutar esos días libres de la mejor manera.