Esto es lo que ven los vecinos del barrio zaragozano de El Gancho desde sus ventanas
Prostitución, drogas, actos vandálicos... Los vecinos de este céntrico barrio de la capital aragonesa denuncian la degradación de sus calles
Zaragoza - Publicado el - Actualizado
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Los vecinos del zaragozano barrio de El Gancho llevan años denunciando la degradación y delincuencia en sus calles. La inseguridad es la tónica habitual en muchas de las calles de esta zona de Zaragoza: drogas, prostitución, peleas... De hecho, es habitual ver como la Policía tiene que acudir a este céntrico barrio para actuar ante peleas y conflictos que suelen saldarse con varias personas detenidas, agresiones e incluso, se registró un asesinato el pasado mes de mayo.
A todo ello se añade lo que está sucediendo en un solar de la calle Miguel de Ara. Se trata de un solar que el Ayuntamiento ha incluido ya en su plan de rehabilitación de solares, pero las actuaciones municipales están tardando en llegar y mientras tanto, allí no paran de sucederse actos vandálicos, prostitución y drogas que los vecinos observan desde las ventanas de sus propias casas.
El solar de la calle Miguel de Ara se ha convertido en un lugar habitual en el barrio del Gancho para la prostitución y la drogadicción. Los vecinos de la zona han fotografiado desde las ventanas de sus casas a hombres manteniendo relaciones sexuales con prostitutas y a personas drogándose a apenas unos metros de sus viviendas.
"Hay un solar en la calle Miguel de Ara donde vemos imágenes demoledoras. Hay prostitución, drogas... Llevamos ocho meses pidiendo al Ayuntamiento que lo tapien para evitar este tipo de conductas. Lo único que nos ha dicho el Consistorio es que está dentro del plan de solares, pero no podemos esperar. Llevamos así 8 meses", nos ha dicho en COPE el portavoz de la Asociación de Vecinos Vive El Gancho, Óscar Villanueva.
Otras de las grandes denuncias de los vecinos de esta zona son los problemas de okupación ilegal de viviendas. Denuncian a aquellos okupas que pertenecen a redes criminales y que usan los pisos para, entre otras cosas, vender droga. Muchos de ellos se aprovechan del estado de abandono de estos edificios por parte de sus propietarios, bancos o fondos de inversión a los que pertenecen.