Las calles Sixto Celorrio y Ricla ganarán espacio para el peatón y reducirán a la mitad los aparcamientos

Las calles Sixto Celorrio y Ricla ampliarán sus aceras para ganar espacio para el peatón y reducirán a la mitad las plazas de aparcamiento. Está previsto que las obras comiencen en el primer trimestre de 2022 y que duren 6 meses.

Los dos proyectos, que cuentan con 1,4 millones de presupuesto, buscan calmar el tráfico, mejorar la seguridad peatonal, la accesibilidad y cumplir con la normativa de Bomberos, ya que en ambos casos las aceras no cumplen con el mínimo de 1,80 metros para las maniobras de los vehículos. En ambas calles se dejará una sola banda aparcamiento. En el caso de la calle Ricla, pasará a ser una plataforma única, con prioridad peatonal. Contará con pavimento diferenciado para carga y descarga, y se mantendrá una de las bandas de aparcamiento.

En Sixto Celorrio se mantiene el desnivel de acera y calzada, que quedará más estrecha -de 5 metros pasa a 3,5- para pacificar el tráfico. En ambas calles la renovación será integral, con renovación de alumbrado, el saneamiento y abastecimiento.

“La prioridad es ganar espacio para el peatón y en convertirlas en lugares más seguros y amables para los vecinos”, ha dicho la consejera de Infraestructuras, Patricia Cavero. Y asegura que las dos propuestas cuentan con el respaldo de los vecinos.

El Ayuntamiento de Zaragoza sacará a información pública en los próximos días la reforma integral de ambas calles. Estas obras forman parte de la Operación Calles, a la que se suman otras 5 que están en tramitación: Avenida Navarra, San Miguel, Félix Latassa, Cuarte y Reina Fabiola.

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