A pocas horas de que Zaragoza viva el último gran concierto de la vieja Romareda, Enrique Bunbury lo inunda todo. El artista aragonés vuelve a a casa. La última vez que actuó en Zaragoza fue en 2017, hace ya 7 años. En la Romareda se ultiman los preparativos. El montaje ha durado una semana entera.

“La Romareda es un estadio antiguo y cuesta adaptarse a las exigencias de Bomberos y Protección Civil, pero el escenario y las estructuras ya están montadas”, ha explicado en COPE el promotor del concierto, Nacho Royo. Tras las pruebas técnicas el viernes por la tarde, está todo a punto. “esta precioso”, nos dice emocionado.

Quedan todavía algunas entradas, a 77 euros, en las gradas. Las de pista y el Front Stage, de 88 y 137 euros, llevan ya tiempo agotadas. El aforo, tras montar el escenario se va a quedar en 30.000 espectadores y se han vendido ya 29.000 entradas. Es muy posible que antes del inicio del concierto, se cuelgue el cartel de 'Completo'.

Royo confirma que se han vendido entradas en 39 países. “Hay seguidores de Europa pero también muchos de Latinoamérica, especialmente de Méjico y Argentina, pero los hay de todo el mundo”, asegura.

El concierto comenzará a las 22,15, 15 minutos más tarde de la previsión inicial porque, a esa hora, todavía había demasiada luz. Las puertas se abrirán a las 18,30 y, teniendo en cuenta que las localidades no son numeradas, se espera que los fans hagan fila para coger el mejor sitio para ver a su ídolo.

Será un concierto muy especial para todos. Royo admite que habrá sopresas “pero si se desvelan ya no lo son”, así que habrá que esperar al concierto para saber qué tiene preparado el artista para una noche que será inolvidable, incluso para el propio Royo.

Este promotor ha sido durante 23 años el manager de Enrique Bunbury y juntos han recorrido “todo el mundo”. “Hacía 7 años que no volvíamos a casa, es muy especial para él, para el equipo, todos tenemos los nervios lógicos porque se acerca el momento, va a ser un día histórico”, asegura.

Para Royo, ésta es la “despedida perfecta” para el viejo estadio. “Estaba todo preparado para el derribo pero el Ayuntamiento de Zaragoza y el Gobierno de Aragón se han portado increíble, nos han dejado despedir a la Romareda, nos lo merecemos, ya que en el fútbol no nos va muy bien, a ver si lo arreglamos con las canciones”, señala.

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