Ovidio, agricultor aragonés en Catarroja que lleva cinco días sacando coches del barro: "Se te cae el alma al suelo"
Ovidio Pardo, de la localidad zaragozana de Paniza, relata en COPE su experiencia en Catarroja, donde lleva desde el pasado 1 de noviembre junto a un grupo de amigos de la comarca de Campo de Belchite
Zaragoza - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Mientras continua la recogida de alimentos, garrafas de agua y productos de higiene y limpieza, el trabajo en las zonas afectadas por la DANA no para. Aragón está centrando todos su esfuerzos en el municipio de Catarroja, donde cuenta con un amplio despliegue de efectivos.
Allí también hay una labor ingente que realizar y son muchos los aragoneses que se han desplazado hasta esta localidad situada a 8 kilómetros de Valencia, para echar una mano en lo que haga falta.
OVIDIO PARDO: "Esto es un caos"
Un despliegue que incluye bomberos, policías, agentes de Protección Civil, sanitarios o agricultores como Ovidio Pardo, de la localidad zaragozana de Paniza. Lleva en Catarroja desde el pasado viernes con su tractor, sacando coches del barro.
Se fue para la zona cero con un grupo de amigos de Campo de Belchite y ha reconocido en COPE que el panorama que se han encontrado allí es desolador. “Se te cae el alma al suelo” asegura. Su intención es la de permanecer en Catarroja hasta el próximo viernes.
Su labor en estos cinco primeros días ha sido principalmente, la de retirar los vehículos que se encuentran amontonados en la calle, para poder ir abriendo paso y que se pueda circular.
Calcula que en Catarroja habrá unos 24 agricultores con sus tractores haciendo lo que pueden ante la inacción de las administraciones. “No hacen nada” asegura indignado. “Nos llamaron unos amigos diciendo que esto era un caos total y cuando llegamos nosotros, aquí no había nadie. Esto era impresionante”.
Y como ejemplo, lo que les ha ocurrido en un centro escolar de la zona donde han tenido que pedir prestada a un particular una bomba de achique para retirar el agua acumulada en el interior del colegio.
Asegura que desde el primer día está trabajando con mascarillas y guantes. “Nos recomiendan que cuando toquemos el barro, nos lavemos bien las manos, porque hay muchas infecciones en el agua que está corrompida”.
Lleva muchas horas de intenso trabajo a sus espaldas y pocas de descanso. Y según ha explicado en COPE, por si fuera poco, le ha tocado dormir varias noches en la cabina de su tractor.