Zaragoza abre una línea de ayudas a la vivienda para mujeres víctimas de violencia de género

El Ayuntamiento de Zaragoza abre una línea de ayudas a la vivienda para las mujeres víctimas de la violencia de género. En total, 150.000 euros para que puedan pagar hipotecas o alquileres.

Las solicitantes podrán recibir 1.500 euros anuales en un único pago. Las ayudas se tienen que aprobar en gobierno municipal y se podrán solicitar tras su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia, hasta el 22 de octubre. Los requisitos: estar empadronada en Zaragoza y tener unos ingreso que no superen 2,5 veces el Iprem, esto es 1.412,25 euros ni inferiores a 395,43 euros. Una importante ayuda para que las mujeres den el paso definitivo de abandonar a sus maltratadores.

“Es un servicio nuevo que pretende favorecer la autonomía de las mujeres que quieren salir de la espiral de la violencia de género, pero que necesitan de apoyos importantes para dar ese paso”, ha indicado la concejala de Igualdad, María Antoñanzas. “El acceso a la vivienda junto al empleo son las principales cargas que tienen estas mujeres para salir de la violencia de género”, ha añadido.

El Ayuntamiento dispondrá además de una nueva vivienda para tres mujeres en situación de especial vulnerabilidad, gracias a un convenio con Acisj-In VIA por un importe de 35.000 euros. Este alojamiento se suma a los que ya dispone el Servicio de Igualdad para las mujeres víctimas de violencia de género: la casa de acogida, cuatro pisos tutelados, cinco viviendas de emergencia y seis de acceso extraordinario.

MÁS MUJERES ATENDIDAS EN EL SERVICIO DE IGUALDAD

El Servicio de Igualdad del Ayuntamiento de Zaragoza ha señalado que, tras el paréntesis del confinamiento, cada año atienden a más mujeres víctimas de la violencia de género. Más mujeres que piden más ayudas a todos los niveles: piscológico, educativo, de protección o de vivienda. Ana Gaspar, jefa del Servicio de Igualdad, ha explicado que, además, “aumentan los tiempos de estancia por las dificultades para acceder a un empleo”.

Aunque los perfiles que atienden son muy heterogéneos, hay más mujeres jóvenes y más mujeres mayores que se atreven a pedir ayuda. Más difícil es determinar el tipo de maltrato que sufre una mujer antes de decidirse a dar el paso y denunciar. “El maltrato psicológico es más continuo y el físico es más puntual. Y muchas veces ante una agresión es que cuando la mujer presenta una denuncia”, ha señalado Gaspar.

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