ArcelorMittal finaliza las tareas del vaciado del horno alto A de Gijón

La operación, conocida como 'salamandra', es el paso previo para poder evaluar con mayor precisión los daños que el incendio del pasado miércoles ocasionó en la instalación

ARCELOR ARCELORMITTAL VERIÑA

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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ArcelorMittal ha finalizado la operación de vaciado del horno alto A de Gijón, que resultó siniestrado la semana pasada, un paso previo para poder evaluar con mayor precisión los daños ocasionados en la instalación.

Una vez retirados el arrabio y la escoria, los operarios seguirán con las labores de limpieza durante los próximos días antes de proceder a la evaluación de daños, han precisado a EFE fuentes de la siderúrgica, que ya pudo constatar en un primer momento la perforación del crisol, la parte baja donde se deposita el arrabio, el material fundido que se obtiene mediante la reducción del mineral de hierro.

El incidente, que provocó un incendio de grandes dimensiones, se produjo el pasado miércoles durante una operación programada de mantenimiento debido a una reacción interna por contacto del arrabio con agua dentro del crisol del horno.

Tras la paralización forzosa del alto horno, la dirección de la siderúrgica ha planteado a los sindicatos un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por fuerza mayor que afectaría a unos 7.000 trabajadores de su plantilla en el clúster de Asturias, que incluye las plantas de Asturias, -Gijón y Avilés-, Sagunto, Etxebarri y Lesaka.

El horno alto A de Gijón, cuya vida útil estaba programada hasta 2025, retomó la actividad el pasado 6 de febrero después de estar parado desde finales del pasado mes de septiembre por la contracción de la demanda de productos siderúrgicos.

ArcelorMittal presentó en julio de 2021 un plan de descarbonización de su producción que planteaba la sustitución de este horno alto por una planta de reducción directa del mineral de hierro, que en un primer momento utilizaría gas natural y después hidrógeno verde, y un horno híbrido de arco eléctrico.

La Comisión Europea aprobó el pasado mes de febrero una ayuda estatal española de 460 millones de euros para este proyecto, que contaría con una inversión de 1.000 millones de euros y que aún está pendiente de su aprobación definitiva por parte de la multinacional siderúrgica.