Asturias, a la cabeza en el despliegue de dispositivos de búsqueda por desapariciones

Según los datos de la Guardia Civil, el Principado acaparó el 17,95% de los dispositivos fijados en toda España el pasado año 2022

Foto Guardia Civil coche y agente femenino - OPC Guardia Civil

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Las provincias de Asturias, Alicante y Zamora han sido en el año 2022 las que han implementado en el ámbito de actuación de la Guardia Civil un mayor número de dispositivos de búsqueda derivados de denuncias de personas desaparecidas, principalmente debidos a desapariciones involuntarias en el medio rural.

Los datos del último año de los dispositivos establecidos y comunicados a la sección de Operaciones del Estado Mayor de la Guardia Civil revelan que Asturias acaparó el 17,95 % de los dispositivos fijados, mientras que en Alicante se localizaron el 14,10 %; seguidos por los de Zamora (12,87 %), Salamanca (10,26), Castellón (8,97), Madrid (7,69) y Badajoz (5,13).

Estas cifras las ha compartido el comandante Fernando Ovidio Alcázar en las II Jornadas sobre Desapariciones Involuntarias de Personas en el Medio Rural que se celebran en Zamora, donde ha detallado que el pasado año el instituto armado tuvo conocimiento de unas seis mil desapariciones.

Pese a ello las registradas oficialmente no alcanzaron las cuatro mil, ya que en la mayoría de los casos se resolvieron en uno o dos días antes de que se contabilizaran en la base de datos específica de desapariciones.

Las cifras del año 2022 sobre desapariciones en el ámbito de actuación de la Guardia Civil contabilizan un total de 3.921 denuncias, el 5,3 % menos que las 4.142 registradas un año antes, aunque el número es superior a las 3.696 de 2020.

De las denuncias del pasado año, la mayor parte (3.610) fueron desapariciones voluntarias, especialmente de menores huidos de centros de acogida, mientras que 260 fueron involuntarias y 51 forzosas, 42 de ellas por sustracción de menores y nueve por otras modalidades delictivas.

La activación de los dispositivos de búsqueda para desapariciones involuntarias implican la movilización tanto de unidades territoriales como de otras especializadas como puedan ser los drones de los equipos Pegaso, los perros de los grupos cinológicos o los Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas (GEAS).

Para mejorar esas búsquedas que implican el establecimiento de un centro de mando en el lugar de la búsqueda, la Guardia Civil trabaja en una nueva aplicación que al igual que la de Alercops funcionará desde dispositivos móviles pero que en vez de ir dirigida a la población general está destinada a la propia Guardia Civil.

A través de ella, el jefe de compañía del operativo de búsqueda podrá segmentar el terreno en una aplicación con sistemas de información geográfica y mapas virtuales.

Con ello se podrán establecer zonas de búsqueda y determinar las que ya han sido peinadas por los integrantes del operativo "con la finalidad de tener algo parecido a un informe policial de cuáles han sido sitios de búsqueda", ha explicado Fernando Ovidio Alcázar.

De forma paralela se avanza en una nueva funcionalidad de la aplicación Alercops, una APP que facilita la comunicación de la ciudadanía con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

Esa nueva funcionalidad facilitará la localización de una persona desaparecida a través de la señal wifi del teléfono, que podrá rastrearse desde un área de entre uno y tres kilómetros de la zona donde se encuentra el desaparecido, lo que permitirá conocer el lugar exacto donde se encuentra cuando las personas, drones o perros que realizan la búsqueda pasen por un lugar situado en ese área.

La importancia de activar el operativo de búsqueda lo antes posible en el caso de las desapariciones involuntarias en el medio rural es un factor clave, ya que al 91,1 % de los desaparecidos encontrados con vida se les localizó antes de las 48 horas y a medida que pasan los días descienden las posibilidades de encontrarlos con vida, según se ha expuesto en las jornadas.

También se han ofrecido datos de restos humanos identificados por el Centro Nacional de Desaparecidos, que en el año 2021 a través de distintas técnicas logró identificar 117 cadáveres y restos óseos que hasta entonces se desconocía de quién eran.