Asturias y Cantabria reclaman a Francia la unión ferroviaria con Europa
Barbón y Revilla aseguran en Liebana que "no se puede consentir" que Francia pretenda aplazar la conexión con el corredor Atlántico hasta 2024
Asturias - Publicado el - Actualizado
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El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y el presidente de Asturias, Adrián Barbón, han pedido a Francia que se comprometa y cumpla con sus obligaciones para que el norte de España pueda estar conectado por ferrocarril con Europa.
"De nada sirve hacer las inversiones en España si luego resulta que no continúan en Francia", han asegurado el presidente asturiano y Revilla a preguntas de los periodistas tras asistir a la apertura de la Puerta del Perdón en el Monasterio de Santo Toribio de Liébana que da inicio al Año Jubilar Lebaniego 2023-2024.
Barbón ha mostrado su "alegría" porque el presidente de España, Pedro Sánchez, haya respondido a la reivindicación de los presidentes de la Cornisa Cantábrica, tras haber asegurado en una entrevista que está de su lado y reiterar su compromiso para que ese corredor esté listo "antes de 2030".
Francia, sin embargo, pretende retrasar la conexión con el corredor atlántico español hasta 2042, según un documento publicado por el Consejo de Orientación de las Infraestructuras del país vecino. Un documento que todavía tiene que ser debatido y aprobado por el Gobierno galo.
El presidente cántabro ha asegurado que "no se puede consentir" que Francia quiera frenar la expansión de la conexión ferroviaria europea hacia España porque la Unión Europa ha dicho "claramente" que el ferrocarril es el futuro.
"Esa conexión tiene que llevarse a cabo, para ello, aparte de que estamos defendiendo lo que prioriza Europa, hay que hacer fuerza todas las regiones que estamos implicadas en este Arco Atlántico con el apoyo del Gobierno de España", ha añadido.
Revilla considera que un "momento crucial" va a ser ahora la presidencia española en la Unión Europea que va a "desbloquear" esta negativa del presidente francés.
Cantabria y Asturias reivindican historia común en Santo Toribio de Liébana
Al margen de la polémica ferroviaria, los presidentes de Cantabria y Asturias han reivindicado en el Monasterio de Santo Toribio de Liébana la historia común de ambas comunidades.
Tras la ceremonia religiosa que marca el inicio del Año Jubilar Lebaniego, Barbón ha subrayado la conexión que existe entre este monasterio y el Santuario de la Virgen de Covadonga, en el marco de una relación histórica entre las dos regiones.
"Estamos en un lugar mágico", ha destacado Revilla, quien ha recordado que el Monasterio de Santo Toribio de Liébana, ubicado en el corazón de los Picos de Europa, cerca del límite con Asturias, acogió en el siglo ocho una "explosión de religiosidad" de la única zona de la península ibérica que no estaba invadida por los árabes.
A partir de ahí, los dos presidentes autonómicos han coincidido en destacar la historia compartida entre Asturias y Cantabria. "Aquí estamos hermanos de una tierra que es la misma historia y la misma cultura", ha resumido Revilla.
La apertura de la Puerta del Perdón abre la "senda" del Año Jubilar Lebaniego
La apertura de la Puerta del Perdón del Monasterio de Santo Toribio de Liébana ha abierto el Año Jubilar Lebaniego ante más de dos mil peregrinos a los que el obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge, les ha pedido que transiten por la "senda de la evangelización" para que les deje "huella".
En una mañana de sol y calor, la explanada ante el Monasterio y la colina que escolta el edificio se han ido llenando poco a poco de gente que esperaba en una paciente y larga cola la apertura de una puerta que da acceso a la capilla que acoge el "Lignum Crucis", el que se considera trozo más grande de la cruz de Cristo.
Protegidos por un amplio dispositivo de la Guardia Civil, los cientos de peregrinos, muchos de ellos con motivos verdes, color que identifica a este Monasterio, han ido llegando desde primeras horas de la mañana, una gran mayoría subiendo desde Potes.
Pasadas las doce, las campanas han dado inicio a la ceremonia de apertura de la Puerta del Perdón, ante la que miembros de la Asociación de Alfombristas do Corpus Christi de Ponteareas ha extendido una alfombra de flores con la estampa del Lignum Crucis, que han empezado a elaborar al amanecer.
El repicar de las campanas, ha dado paso a una procesión encabezada por el obispo, bajo el estandarte de la Cofradía de la Santísima Cruz, creada en 1180, que, tras dar tres martillazos a la puerta, las dos hojas se han abierto permitir la entrada a la comitiva, que ha ido desdibujando la efímera creación de ese grupo de artesanos gallegos.
Tras la comitiva religiosa han entrado las autoridades religiosas, encabezadas por los presidentes de Cantabria y Asturias, Miguel Ángel Revilla y Adrián Barbón, junto al consejero de Cultura de la Xunta de Galicia, Román Rodríguez, tres de las comunidades autónomas por las que transcurre el Camino de Santiago del Norte, con el que conecta el Camino Lebaniego.
Les acompañaban el vicepresidente de Cantabria, Pablo Zuloaga, la delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones, además de la mayoría de consejeros del Ejecutivo cántabro y autoridades militares.
A todos ellos, y a los privilegiados peregrinos que han podido entrar en la misa que abre el septuagésimo Año Jubilar Lebaniego, los primeros de la larga cola, el obispo les ha recordado que este acontecimiento tiene "primordialmente una finalidad religiosa" y les ha animado a la "conversión continua y la predicación asidua de la Palabra de Dios" para favorecer la fe.
"Este Año Santo vamos a considerar la belleza y los compromisos que conlleva haber sido marcados por la cruz del señor. La cruz fue el primero de los instrumentos de la Pasión de Cristo que fue venerado en forma de reliquia", ha añadido.
Y les ha asegurado que, si caminan "por estas sendas", este Año Jubilar, que concluirá el 16 de abril de 2024, dejará una "profunda huella" en sus vidas.
La ceremonia, que ha dado el pistoletazo de salida a 365 días de jubileo lebaniego, ha concluido con la comunión en la explanada del Monasterio de los peregrinos, que, concluida la misa, han accedido a la capilla a través de la reducida Puerta del Perdón para mostrar su respeto al Lignum Crucis.