"La cámara del móvil puede ser como un arma": así se castiga el envío de imágenes íntimas

El abogado Jorge Álvarez de Linera explica, en COPE Asturias, las consecuencias de compartir vídeos íntimos sin el consentimiento de sus protagonistas

Yolanda Montero

Oviedo - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Atento a lo que compartes a través de redes sociales. Este martes tenía que haber arrancado en Oviedo el juicio contra 30 personas acusadas de compartir un vídeo grabado hace 13 años en el que una pareja mantenía relaciones sexuales durante las fiestas de San Timoteo, en la localidad asturiana de Luarca. Las imágenes corrieron como la pólvora a través de aplicaciones de mensajería instantánea, redes sociales y acabaron, incluso, en páginas de contenido pornográfico, provocando un auténtico calvario, especialmente para la chica. La vista ha sido suspendida porque seis de los procesados no se han presentado, pero se celebrará más adelante y los acusados se enfrentan a penas de cárcel, además de multas e indemnizaciones.

Este caso no es un hecho aislado. El abogado ovetense Jorge Álvarez de Linera ha advertido, en COPE Asturias, de que compartir, e incluso poseer, vídeos grabados sin permiso es delito.

ESCUCHA AQUÍ LA ENTREVISTA AL ABOGADO JORGE ÁLVAREZ DE LINERA.

La cámara del teléfono móvil puede ser una herramienta muy peligrosa, sobre todo si no se tiene en cuenta lo que estamos grabando. Grabar, sin el consentimiento de las personas que salen en la imagen, puede conllevar serios problemas. Pero no solo se comete un delito grabando nosotros, sino también difundiendo imágenes que nos hayan llegado. "Una grabación, por ejemplo, de una pareja manteniendo relaciones sexuales, no se puede hacer y si son menores, evidentemente menos. No solamente no se pueden compartir, sino incluso tenerlas en el propio teléfono es delito", ha contado Álvarez de Linera.

¿Qué hay que hacer si nos llega un video de contenido sexual al móvil?

Lo que recibes en el teléfono móvil no depende de uno, pero cuando esas imágenes llegan, por ejemplo, al WhatsApp, deben borrarse inmediatamente. Se tiene la idea de que, si se comparte solo entre amigos, no se está cometiendo un delito, pero no es así. Esas imágenes, que atentan contra la integridad de otras personas, no pueden circular ni en redes públicas, ni en redes privadas. Reenviar un vídeo con contenido sexual es un delito y está penado por la ley.

Responsabilidad legal

La responsabilidad legal va en función de cuál ha sido nuestra participación y, además, qué tipo de imágenes hayamos podido conservar o difundi. Por ejemplo, si se trata de menores de edad, podemos incurrir en la comisión de un delito que lleva aparejada la pena de prisión. "Reenviar y difundir imágenes o grabaciones sexuales que afecten a la intimidad de una persona sin su consentimiento es delito", ha insistido el abogado Jorge Álvarez de Linera.