El juez avala el despido de un repartidor que no se desinfectó las manos

El Juzgado de lo Social número 4 de Gijón ha dado la razón a una empresa de reparto que despidió a uno de sus trabajadores porque se negaba a desinfectarse las manos antes de recoger los paquetes que iba a repartir. El mensajero presentó una demanda al considerar que su despido era improcedente, pero la justicia le ha quitado la razón.

La sentencia recoge que el trabajador, que tenía la categoría de mensajero, fue reticente desde el principio a utilizar equipos de protección individual (guantes, mascarillas y gel hidroalcohólico). Al parecer, la relación entre la empresa y el empleado ya era tensa y un servicio en mayo de 2020 acabó rompiendo la cuerda.

Al repartidor le fue asignado el pedido de un restaurante de comida rápida situado en el entorno del estadio El Molinón, en Gijón. El protocolo de la empresa establece que el trabajador "debe desinfectarse las manos con gel" antes de recoger un pedido.

La sentencia recoge que se le indicó que debía lavarse las manos, el trabajador se negó a cumplir la norma y se dirigió a su superior "en un tono inadecuado, llegando a gritarle". Finalmente, el repartidor recogió el pedido "sin cumplir con la política sobre medidas de seguridad e higiene y se dispuso a su entrega, pudiendo con ello suponer un grave riesgo para la salud de los consumidores", según la sentencia.

El titular del Juzgado de lo Social número 4 de Gijón avala que "la empresa no puede sino optar por tomar la decisión de sancionar estas infracciones muy graves con el despido disciplinario" y ha desestimado la demanda presentada por el mensajero, aunque la sentencia no es firme y cabe recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Asturias.