Lúpulo, del campo a tu plato

El secreto de los exquisitos platos con buey que se pueden degustar en Lúpulo, en los bajos de El Molinón, está en Galicia, en la explotación que Cesáreo Eijo, propietario del restaurante, tiene en Lugo: "Es mi hobbie. Empecé, empecé... Y hasta aquí. Y como es por diversión y no hay necesidad de vender, da igual tener 10 o 15 animales", explica en una entrevista a COPE, que se ha desplazado hasta la provincia lucense.

Eijo, además, explia que "el camino (para criar a los bueyes) es largo, pero cuadno haces algo que te gusta y disfrutas, y yo disfruto dándoles de comer y viendo cómo comen, no supone un esfuerzo". La comida de los animales es una de las claves para la buena calidad de la carne -"comen pasto verde, pienso con alto porcentaje en maízy forraje, que es mejor que la paja"-.

La otra, según el veterinario José Luis Ramírez, es la extensión de la explotación. "Es muy importante para que puedan hacer su vida en libertad, caminar, hacer sus kilómetros y madurar esa carne; porque la carne proviene de los bueyes de antes, que estaban muy trabajados físicamente, y eso influye en la calidad de la carne".

Añade que "nosotros solo vemos el chuletón, pero detrás hay un trabajo muy grande, de 6 o 7 años". En cualquier caso, Rodríguez destaca que "lo importante es el resultado final, pero la base es lo bien que se lo pasa Cesáreo; porque las instalaciones son grandes, pero todo nació de una explotación muy pequeña y del amor que tiene por los animales".