¿Cómo se limpia la cúpula del Centro Niemeyer? La técnica para mantener blanco el complejo de Avilés

Si hay algo que caracteriza al Centro Niemeyer de Avilés, más allá de las figuras que forman sus edificios es su color blanco. Es el que manda. Y mantener ese blanco en unas edificaciones cercanas a las fábricas y a la contaminación existente en esa zona de la ciudad, es una tarea complicada. A la que periódicamente se enfrentan desde el Centro Niemeyer. Y que en la primera semana de noviembre volverá a tener otro capítulo, con la limpieza de la cúpula. Será desde el 4 de noviembre y durará aproximadamente una semana.

El método de ensayo y error y el hecho de que el paso de los años haya ido que la tarea de la limpieza de los edificios sea ya una rutina, y ha permitido encontrar el mejor método para limpiar la cúpula: los chorros de agua. Los materiales con los que está revestida, PVC, hace que ese sea el tratamiento más certero.

Cada elemento, una limpieza

Es algo que explica el director del Centro Niemeyer, Carlos Cuadros: “Cada elemento arquitectónico tiene unas características y unas necesidades que obligan a unos procedimientos técnicos diferentes. En unos casos es el pintado, en otras una combinación de pintado y limpiado. Y en este, al ser una membrana de PVC la que recubre el edificio, es a través del limpiado directamente”.

VUELTA A LOS CHORROS DE AGUA

La cúpula ya había recibido tareas de limpieza por otra técnica a comienzos de este año 2024 y en noviembre se volverá a acometer un lavado de cara. Son tareas que ya se han convertido en rutina para que los edificios puedan lucir al máximo: “Siguiendo los procedimientos normales de mantenimiento que los técnicos consideran oportunos. En este caso es a través de limpieza por chorro de agua. El objetivo es que el conjunto arquitectónico mantenga todo el esplendor”.