Se encuentra con una foto perdida en Avilés y hace un llamamiento a su dueña sin caer en quién realmente es

Una historia que ha recogido una cuenta de X, antiguo Twitter, y que la mayoría de usuarios han calificado como "la más bonita"

AYUNTAMIENTO DE HUELVA

Oficina de objetos perdidos

Redacción digital

Madrid - Publicado el

3 min lectura

¿Alguna vez te ha pasado que has perdido algo? Igual, hasta la pregunta es absurda, porque a todo el mundo nos ha pasado que hemos perdido alguna cosa que nos ha hecho estremecernos. 

Pero, en este caso, queremos ir más allá.

Y es que, si alguna vez has perdido algo, queremos preguntarte si lo has recuperado. Porque sí, hay veces que perdemos algo en un lugar que no es nuestra casa, y eso hace todavía más complicada la tarea de volver a encontrarlo.

Estantería de objetos perdidos

Por eso, queremos saber cómo lo has hecho para recuperarlo, si ha sido a través de una persona que te ha contactado porque lo ha encontrado, o si has tenido que recurrir a una oficina de objetos perdidos. Lo cierto es que de estas últimas es de las que vamos a hablar.

Y es que una de esas oficinas, en concreto la de Avilés "y alrededores", está buscando a la dueña de una fotografía que ha encontrado. Hasta ahí todo normal, si no fuera porque la historia es mucho más enrevesada.

La verdadera dueña de la foto y la historia que hay detrás

Si alguna vez te has encontrado un objeto personal en algún lugar, fundamentalmente en la calle, sabrás que es muy complicado buscarle un dueño. Claro, a no ser que eso que te has encontrado esté identificado.

Pero, en el caso de las fotos, es más complicado, porque no tienes ni idea de quién se esconde detrás de ese rostro. Y es lo que le pasó, precisamente, a este vecino de Avilés.

Resulta que se encontró con una chapa que tenía una foto de cinco chicas. Sin reconocerlas, y sabiendo que pertenecería a alguna de ellas, decidió ponerlo en un grupo de Facebook de objetos perdidos de Avilés.

Su intención era que una de esas cinco amigas se reconociese, pero el resultado fue muy distinto. “Me encontré este pin con minifoto en José Cueto, si alguien las conoce, avise” decía.

La cosa es que no, las chicas que salen en esa foto no son vecinas de Avilés, sino que son las ¡Spice Girls!

Desde luego, han sido muchos los vecinos que sí las han reconocido, y se lo han dicho con mucho amor y consideración.

“La historia más bonita que veré hoy” decía Alexsinos, influencer que recuperaba esta bonita historia.

Su jefe descubre que sigue buscando trabajo y se intenta vengar

Encontrar trabajo es fundamental para poder vivir por lo que, normalmente, la urgencia hace que cojamos cualquier trabajo aunque no sea el soñado inicialmente. Eso no significa que, una vez asentados en ese empleo, no podamos buscar mejores opciones. 

De hecho, esto es algo bastante normal y tendemos a estar activos en distintas aplicaciones de trabajo y mantenernos en el mercado. Sin embargo, esto puede llegar a ser mal visto por algunos jefes.

Es lo que le pasó a esta joven vallisoletana, que comenzó a trabajar en una cafetería de la ciudad y siguió manteniendo abierto su perfil de una aplicación de búsqueda de trabajo. Así le contaba su historia a la cuenta de X @SoyCamarero.

Alamy Stock Photo

Un restaurante en Valladolid

“Solo tenía diez minutos para desayunar justo una hora después de entrar. Las siguientes horas, ni un café me dejaron tomar. Cuando salí, decidí que no quería seguir ahí” comenzaba contando, diciendo que se metió de nuevo en su perfil para ver qué ofertas nuevas había.

Sin embargo, el jefe estaba activo también en esa aplicación y la vio. Lejos de quedarse callado y entenderlo, decidió vengarse mandándole una serie de mensajes con final inesperado.

“¿Busca trabajo?” comenzaba diciendo el jefe. Era entonces cuando ella respondía con un escueto “¿a qué te refieres?”.

“Es fácil: que si está buscando otro trabajo, ya que está activa en esta aplicación que es para buscar trabajo” explicaba el jefe. Ella le llegaba a responder que estaba activa “siempre” por mejorar sus condiciones, aunque consideraba inapropiada la pregunta.

Aunque parecía que la conversación se había quedado ahí, el jefe decidió vengarse y a las horas le mandó la carta de despido. “No se olvide de devolver las camisetas de trabajo” sentenciaba el mensaje de despido.

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