El Sporting se hace pequeño en la tormenta de Albacete y desperdicia una oportunidad de oro (3-3)

El Real Sporting de Gijón sumó un punto que sabe a poco en el Carlos Belmonte. Los rojiblancos empataron (3-3) ante un Albacete que mereció más en la segunda mitad y que fue capaz de remontar los tantos iniciales de Campuzano y Otero

Rubén Albés apostó por varios cambios en el once inicial. En la defensa hasta tres jugadores entraron nuevos con respecto a la última jornada ante el Huesca. Kevin debutó como titular en el lugar de Guille Rosas, Maras sustituyó a Rober Pier y Cote a Pablo García. En la delantera, Campuzano ocupó el lugar de Caicedo como 'nueve' del equipo gijonés. 

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El comienzo del partido fue el soñado para el Sporting, que a los diez minutos de partido ya ganaba 0-2. Campuzano abrió la lata con un gran zurdazo a la escuadra tras un buen movimiento dentro del área y Juan Otero transformó una falta desde la frontal, con bote incluido aprovechando la lluvia, para poner distancia en el electrónico. 

Los goles activaron al Albacete, que fueron poco a poco creciendo en el partido hasta que Quiles, al filo del descanso, se anticipaba a Yáñez y anotaba de cabeza el 1-2 para abrir el partido de cara al segundo acto. 

UN SPORTING DESCONOCIDO

La segunda mitad fue un monólogo del equipo local. El Sporting se encerró atrás y concedió ataques una y otra vez de un Albacete muy superior. El VAR anuló por un fuera de juego milimétrico, tras varios minutos de espera, un gol a Alberto Quiles. Sería Riki, ex del Oviedo, el que tras una gran asociación con Agus Medina firmaría el empate con un gran remate al palo corto de Yáñez. El árbitro había anulado el tanto, pero el VAR corrigió la decisión al estar el asturiano en posición legal. 

El Alba tuvo una ocasión inmejorable para ponerse por delante, pero Rubén Yáñez se hizo enorme para salvar lo que parecía un gol cantado de Morcillo. En la jugada siguiente, Jon García marcaba en su propia portería tras un centro sin demasiado peligro de Jordy Caicedo, que había ingresado en la segunda mitad. El Sporting se ponía con ventaja a falta de cinco minutos para el final. 

Cuando el Sporting parecía tener el partido en la mano, volvió a desaprovechar su ventaja. Rober Pier se equivocó en un despeje y dejó el balón muerto para que Fidel, a placer, anotase el 3-3 definitivo en el minuto 90. Un punto amargo para un Sporting que se hizo pequeño en la tormenta del Carlos Belmonte.