Gijón abre el plazo para alquilar uno de los elementos más emblemáticos de la playa de San Lorenzo
La Cocina Económica, que "no solo da comida, también acompaña a sus usuarios para que progresen", se lleva lo recaudado y supone un incremento de su presupuesto de 33.500 euros
Madrid - Publicado el
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La playa de San Lorenzo ya está preparada para el verano. Al estreno del servicio de Salvamento con la llegada del mes de mayo, suma ahora la instalación de uno de sus elementos más icónicos: las casetas de colores en la zona más cercana a la desembocadura del Piles. Ya está abierto el plazo para su alquiler, que abarca todo el periodo de baños (hasta el 13 de octubre) y que asciende a 500 euros. La Cocina Económica gestionará 67 de las 115 casetas que hay en el arenal gijonés y todo lo recaudado irá destinado al comedor social que la Iglesia tiene en la calle Mieres.
Las cuentas están claras: unos 33.500 euros que engordan el presupuesto de la Asociación Gijonesa de la Caridad. El responsable de las casetas, Juan Varas, ha explicado en COPE que "la Cocina Económica no es solo dar comida, potenciamos a la persona para que salga adelante, con servicio de psicólogo, ropero, duchas o pisos de acogida; eso conlleva unos gastos que se agradece tener estas ayudas para afrontarlos".
¿Cómo se alquila una de estas casetas?
Además, algunas de las casetas quedan 'vacías', disponibles para su alquiler diario al precio de 2 euros, que supone otro pellizco para la Cocina Económica. Sin embargo, la mayoría se alquilan para toda la temporada estival. ¿Cómo? Acudiendo a la propia Asociación Gijonesa de la Caridad, en la calle Mieres, para reservarla. Además, en la escalera 13, donde están las 43 casetas en arena seca, también se podrán alquilar. Las otras 24, en la escalera 7 de San Lorenzo, están en arena mojada.
De generación en generación
El alquiler de casetas en la playa y la mítica imagen colorida del arenal va más allá de una cuestión práctica. Es un emblema de Gijón y de los gijoneses. De hecho, Varas cuenta que "hay casetas que llevan ahí generaciones, nietos, bisnietos, quieren tener la misma caseta. No es la caseta en sí, sino la emotividad de estar en el mismo sitio en el que habían estado sus abuelos y bisabuelos".