La Policía Nacional se prepara en Gijón para mejorar la seguridad portuaria

Estamos en el nivel 4 de alerta por fenómeno terrorista. En esta tesitura se está desarrollando en Gijón el XIX curso de seguridad en puertos. El objetivo del encuentro es debatir sobre las mejoras que se pueden implantar en los diferentes puertos de España para combatir los múltiples riesgos que existen, en materia de seguridad. Desde la llegada de polizones en barcos, hasta el control de las mercancías para evitar el tráfico de drogas, pasando por la garantía de la seguridad en las infraestructuras portuarias, como puede ser la Regasificadora que Enagas tiene en el puerto de Gijón

CINCO DÍAS DE TRABAJO TEÓRICO Y PRÁCTICO

El curso tiene una duración de cinco días y durante las jornadas de trabajo se va a analizar el contexto en el que se desarrolla la labor de la Policía Nacional en un puerto marítimo, tanto en medidas de seguridad, colaboración e interacción con otros participantes de este medio y sobre la legislación vigente.

Las charlas van a ser impartidas por miembros de la Policía Nacional que están trabajando a pie de puerto. En las diferentes ponencias y debates se analizará desde el tráfico de drogas y personas, a los casos de terrorismo potencial o inmigración ilegal.

El responsable máximo del curso es Eduardo Gutiérrez, jefe del área de planificación y perspectiva de la UPEC (Unidad de Planificación Estratégica y Operativa) del Cuerpo Nacional de Policía.

DIFERENTES REALIDADES PORTUARIAS

A la hora de marcar los objetivos de trabajo para mantener la seguridad de un puerto, no es lo mismo si hablamos del de Algeciras, a si lo hacemos del puerto de Gijón. El puerto de El Musel es el puerto con mayor tráfico de graneles y un escaso tráfico de personas. En el caso del puerto de Algeciras, el tráfico de personas y la situación de frontera con África, le ha tener un mayor control de la seguridad migratoria.

Según ha asegurado el máximo responsable del curso, Eduardo Gutiérrez, en el puerto asturiano no se han detectado, en los últimos años, tráfico de drogas o de polizones. Ha habido dos episodios con dos polizones albaneses que venía en un carguero, pero el puerto de El Musel no es un "punto caliente" utilizado por las mafias para la entrada de emigrantes a Europa.

Preguntado por si habían notado un repunte o cambio de las rutas de los traficantes de droga que habitualmente utilizan la costa gallega, la respuesta de los mandos policiales, niega la mayor. No han notado un cambio de las rutas y el puerto del Musel no está considerado un paso habitual de sustancias estupefacientes. No obstante, no se baja la guardia y los sistemas de control y operativos