Un gijonés que robó 332.000 euros de un concesionario de coches evita la cárcel

Durante 21 años estuvo "sisando" dinero del concesionario de coches en el que trabajaba, hasta que los responsables se dieron cuenta de la fuga de caudales. Los dueños del concesionario, tras cuatro años de proceso judicial, van a poder recuperar la totalidad del dinero robado y el acusado deberá pagar durante 18 meses, seis euros al día, para satisfacer la multa añadida que se plantea en el acuerdo.

El acuerdo entre acusación y defensa

En la antesala del juicio, las partes llegaron a un acuerdo para reducir la pena de cárcel, que era de siete años, y dejarla en un 2+1. Por el delito de apropiación indebida continuada, finalmente se le impone 1 año de prisión, y el pago durante seis meses de 6 euros diarios. Por el delito de falsedad en documento mercantil se le impone una pena de dos años de cárcel y una multa de 6 euros al día, durante doce meses.

El acuerdo final deja contentas a todas las partes. El acusado evitará ir a la cárcel, siempre y cuando abone las cantidades solicitadas. Y los responsables del concesionario tienen las garantías de recuperación del dinero robado: ni más ni menos que 332.493,44 euros. Una vez consolidado el acuerdo en Sala judicial, el abogado de la acusación: Miguel García Vigil, del despacho ONTIER, reflexionaba acerca del acuerdo alcanzado, diciendo que "estaban todo lo satisfechos que se podía estar, después de cuatro años de instrucción. Lo más importante es que con el acuerdo garantizamos a nuestro cliente el cobro de las cantidades robadas", valoraba el letrado.

Un robo que se prolongó en el tiempo

El Ministerio Fiscal sostiene que el acusado, desde el día 22 de junio de 1998, desempeñaba funciones de administrativo en el área de posventa en una empresa de automóviles y repuestos en el alto de Pumarín de Gijón. Tenía encomendadas, entre otras funciones, la emisión de facturas por los servicios prestados en el taller, el cobro de las mismas, la gestión de la caja de efectivo y la contabilización de las operaciones realizadas en el taller de reparaciones.

Desde esa fecha hasta el 30 de octubre de 2019, cuando se le comunicó la suspensión temporal de empleo, incorporó a su patrimonio personal cantidades procedentes de los pagos en efectivo realizados en el taller, sin ingresar esas cantidades en la caja de la mercantil ni en sus cuentas bancarias. Además, alteraba las cuentas con el fin de ocultar sus movimientos, llegando además a simular, en la documentación contable a fecha 31 de octubre de 2019, un saldo en la cuenta bancaria de la mercantil por importe de 364.463,58 euros, el cual no se correspondía con el saldo real, que en esa fecha ascendía a 31.970,14 euros. El perjuicio total ocasionado a la mercantil asciende a 332.493,44 euros.

El caso fue juzgado por la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias, con sede en Gijón