Una religiosa del País Vasco protagoniza la primera consagración en 50 años en la parroquia de la Asunción de Gijón
Rut Miren, natural de Elgoibar, ha hecho sus votos en la capilla del colegio gijonés, tras un periodo de formación que le ha llevado por Madrid, San Sebastián, Lyon y Tenerife, antes de llegar a Asturias
Asturias - Publicado el
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Había pasado más de medio siglo hasta que Rut Miren, natural del municipio guipuzcoano de Elgoibar, decidió consagrarse en la capilla del colegio de la Asunción, en Gijón. Son los primeros votos en la congregación desde 1974. Y no solo ha sido un acto especial para estas religiosas; sino para los amigos y familia de Rut Miren, que han llegado a Asturias en autobús e, incluso, en avión para acompañarla.
Y eso que el camino desde que sintió la llamada del Señor no ha sido fácil. Según ha contado, en una entrevista en El Espejo de la Iglesia en Asturias, ella llegó a la Iglesia en 2003, tras el fallecimiento de su abuela, pero sintió la vocación en un retiro con Los Carismáticos.
Llega a la Asunción "por el color"
"En mi familia no hay practicantes y tanto ellos como mis amigos esperaban que tomase otra dirección, como casarme y tener hijos; o, incluso, veían mejor que fuera homosexual y tuviera a una chica como pareja", ha contado. De hecho, llegó a irse de casa.
A ella también le surgieron dudas: "No entendía por qué había tantas congregaciones de religiosas" y, "en un largo proceso de caminar con el Señor", llegó a la Asunción "por el color".
"A la gente le sorprende; pero yo tenía dudas sobre qué habito debía vestir, si negro, marrón, gris... y de repente, iba a las tiendas, me llamaba la atención todo lo que tenía color morado -el que visten las religiosas de la Asunción- y empecé a comprar ropa morada".
El "proceso" junto a esta congregación le ha llevado a diferentes lugares antes de recalar en Gijón. Ha pasado por Madrid, Lyon, San Sebastián y Tenerife; y que, "en todos los sitios por los que he pasado con la Asunción -a excepción de la ciudad francesa-, hayan acogido a mi madre, le ha ayudado a ella a hacer también su proceso" de entender la decisión tomada por su hija. De hecho, Rut Miren ha estado acompañada de familiares y amigos en su consagración.
Y ahora, ¿qué? "El futuro no me lo imagino y tampoco quiero, porque me surgen miedos; y siento la invitación del Señor a que viva el momento", explica la religiosa, que sí tiene claro que "tengo que intentar dar lo mejor de mí; y La Asunción me está ayudando porque siento que vivo en libertad".