El Museo de Bellas Artes de Asturias apuesta por el arte sonoro

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El Museo de Bellas Artes de Asturias apuesta por el arte sonoro, por la materia sonora que no musical, y lo hace de la mano de Juanjo Palacios: artista, compositor y fonografista con el que la pinacoteca regional introduce por primera vez el sonido entre sus propuestas expositivas con su decimonoveno proyecto específico para el patio y las salas de la planta baja del Palacio de Velarde. Palacios, creador interesado en la escucha como una forma de conocer y experimentar nuestro entorno, ha centrado gran parte de su trabajo en la exploración del sonido ambiental, prestando especial atención a los fenómenos sonoros que él califica de desatendidos y que engloban a aquellos que pasan desapercibidos para el común de los oídos, llevando a cabo trabajos de recuperación a partir del registro de los mismos. A este respecto, Sonidos propios busca evidenciar y desvelar los sonidos ocultos del Museo de Bellas Artes de Asturias. Con su proyecto, Palacios no pretende revelar aquellos paisajes sonoros más evidentes, como las pisadas o las voces de los visitantes que transitan por la pinacoteca asturiana, sino que va más allá al registrar aquellos otros que resultan ciertamente imperceptibles o que, incluso, se mantienen invisibles pero que forman parte de la vida del museo.

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El proceso creativo de Palacios se ha desarrollado en los espacios comunes del Museo de Bellas Artes de Asturias, es decir, las salas del Palacio de Velarde, la Casa de Oviedo-Portal y el Edificio Ampliación. “El trabajo lo he realizado a partir de la utilización de distintas herramientas de registro sonoro de alta calidad como acelerómetros, micrófonos de contacto, sensores de electromagnetismo y micrófonos de alta sensibilidad" ha comentado Juanjo Palacios, asegura que con ello “He conseguido registrar sonidos no siempre perceptibles para el oído humano y, por lo tanto, velados, pero no por ello carentes de interés y belleza, características que pretendo visibilizar a través del oído”

El proyecto está compuesto por tres instalaciones sonoras que se podrán disfrutar en el patio y las salas A y B de la planta baja del ya citado Palacio de Velarde. La primera de ellas, titulada Naturaleza, se encuentra ubicada en el patio del edificio. Es la que da la bienvenida, pero, también, la que genera y guía los recorridos hacia las dos otras dos propuestas sonoras. Para ello, el artista se ha acompañado del diseñador Juan Jareño en la elaboración de una sugerente habitación de luz, una estructura lumínica a partir de la cual poder relacionar los tres ámbitos sonoros y su inclusión en el espacio arquitectónico palaciego, proponiendo un importante anclaje museográfico a la exposición.

Naturaleza es la única pieza sonora que guarda relación directa con algunas de las pinturas del Museo de Bellas Artes de Asturias y que, sin embargo, cuenta con sonidos procedentes del archivo personal del artista. En este sentido, Juanjo Palacios ha querido que la propia pintura, principalmente aquella protagonizada por diferentes naturalezas o elementos procedentes de la misma (el mar, el campo, ríos, flores…etc.), también esté presente en esta muestra a través del sonido. Para ello, Palacios ha querido hacer una reinterpretación personal del paisaje visual que ha captado en sus diferentes recorridos por las salas de la pinacoteca asturiana convirtiéndola en un hermoso paisaje sonoro. Esta presencia de la naturaleza, una naturaleza sonora, halla en el patio del Palacio de Velarde el lugar idóneo donde expandirse y recrearse, insuflando frescor y vitalidad al conjunto palaciego y, por lo tanto, a la vida del museo. El espacio, compuesto por cuatro altavoces en la zona central construidos a la manera de instalación escultórica y dispuestos a diferentes alturas, deja al descubierto toda la parte procesual, es decir, el cableado y ordenador sobre el que se sustenta y proyecta el sonido, en un gesto de honestidad y justicia por parte del artista.

En segundo lugar, la sala A acoge la instalación titulada Vibración y resonancia. En ella se recogen las resonancias y vibraciones de los materiales que conforman la arquitectura del Museo de Bellas Artes de Asturias; sonidos, a partir de los cuales, Juanjo Palacios ha creado una composición de 15 minutos con la que pretende despertar una sensación o emoción en el oyente que la transite. En este sentido, es importe destacar que el sonido nunca es presentado en bruto, sino que es sometido a un proceso compositivo que es el que le aporta la carga artística al conjunto. En esta ocasión, se trata de un auténtico diálogo entre las resonancias y las vibraciones que los materiales arquitectónicos emiten y que nuestro oído no llega nunca a captar. Una conversación en la que la madera procedente del suelo de la Casa de Oviedo-Portal, aparece y desaparece, generando un ritmo y cadencia de gran belleza que cohesiona la pieza. La escucha encuentra en la sala A un espacio poco iluminado, con cuatro sillones en el centro que invitan al visitante a sentarse y disfrutar, de forma consciente y concentrada, de los distintos sonidos. Tanto en éste, como en los otros dos espacios, Palacios ha cuidado de forma exquisita la relación entre el sonido y sus espacios, estableciendo un claro coloquio entre ambos, y dando lugar a auténticos pabellones auditivos en los que la experiencia con el sonido, y su relación con él, es potenciada y engrandecida.

Finalmente, en la sala B se podrá disfrutar de Campo electromagnético, la tercera de las instalaciones sonoras. Aquí, como su propio título indica, Palacios ha partido del conjunto de sonidos que los distintos aparatos eléctricos y electrónicos proyectan para generar una última pieza sonora mucho más abstracta y envolvente que las dos anteriores. Una apuesta, en todo caso, mucho más dura y arriesgada que se acompaña de una propuesta espacial ultraminimalista en la que un espacio, prácticamente vacío, es ocupado únicamente por dos altavoces y una luz de color azul, en clara alusión a la electricidad, que invita al visitante a recorrer la estancia relacionándose con el fluir de los sonidos. Sonidos propios se presenta, en definitiva, como un proyecto audaz y ciertamente novedoso con el que Juanjo Palacios nos invitada a descubrir sonidos llenos de matices y profundidad; unos sonidos con los que convivimos, pero a los que no les prestamos atención. Pone, por lo tanto, la atención en lo invisible, exhortándonos a adentrarnos en lo desconocido a través del sonido. Un arte que no se ve pero que se escucha con los oídos y el cuerpo; una forma, en definitiva, de escuchar el arte. La muestra se podrá disfrutar hasta el próximo 18 de junio. En torno a la misma, se han programado distintas actividades entre las que caben destacar las visitas guiadas que tendrán lugar el domingo 16 (12:30 horas) y el miércoles 26 (18:30 horas) de abril, así como una conferencia que formará parte del ciclo organizado para el segundo cuatrimestre el año y que tendrá lugar el próximo 25 de mayo. Finalmente, y como todos los proyectos específicos organizados por el Museo de Bellas Artes de Asturias, Sonidos propios contará con un catálogo en el que ya se está trabajando y que presentaremos en el transcurso de la muestra.