Una madrileña va a Asturias, prueba la sidra y se indigna por lo que descubre con su experiencia: "No lo concibo"

Cuando los turistas llegan a Asturias, uno de los rituales más emblemáticos que se encuentran es el de probar la famosa sidra. Esta bebida, elaborada a partir de manzanas autóctonas, es un símbolo de la región y un elemento clave de su cultura. Sin embargo, la experiencia de disfrutarla puede resultar un tanto desconcertante para aquellos que no están familiarizados con las tradiciones locales. 

Claudia Tejada, una madrileña que visitó el Principado, se convirtió en el centro de atención en TikTok tras compartir su experiencia al probar la sidra, y lo que descubrió la dejó, en cierto modo, indignada. En su vídeo viral, Claudia aborda de manera humorística la peculiaridad de cómo se sirve la sidra en Asturias.

En lugar de un vaso lleno, lo que se ofrece es un pequeño "culín" que se sirve de una manera muy particular. La tradición implica que el camarero eleve la botella por encima de su cabeza y la inclina, permitiendo que el líquido caiga en un vaso a cierta distancia. Este ritual no solo es una forma de servir, sino también de realzar el sabor de la sidra, ya que el aire que se incorpora durante el proceso ayuda a liberar sus aromas.

Claudia, sin embargo, se mostró perpleja ante esta costumbre. "Eso de servir un culín de sidra y beberla del tirón, no lo concibo", expresa en su vídeo, con una mezcla de sorpresa y humor. Para ella, la sidra es una bebida que merece ser saboreada y disfrutada lentamente, no simplemente consumida en un trago rápido.

Prueba la sidra

Su reacción ha resonado con muchos otros que comparten su perspectiva, y el vídeo se ha vuelto un punto de discusión en las redes sociales. La sidra asturiana, conocida por su característico sabor ligeramente ácido y efervescente, tiene una rica historia que se remonta a siglos atrás.

Para los asturianos, el acto de beber sidra es casi un ritual social. Las sidrerías, llenas de vida y camaradería, son lugares donde la gente se reúne no solo para beber, sino para disfrutar de la compañía y la gastronomía local. La sidra no es solo una bebida; es parte de un estilo de vida.

Sin embargo, el comentario de Claudia pone de relieve un choque cultural que puede surgir cuando los visitantes se enfrentan a tradiciones que son muy diferentes de las suyas. En Madrid, por ejemplo, es más común disfrutar de una copa de vino o de una caña en un ambiente relajado, donde cada bebida se saborea en lugar de consumirse rápidamente.

Para ella, el ritual asturiano no solo parecía extraño, sino que parecía privarle de la oportunidad de disfrutar plenamente de la experiencia. Su vídeo no solo ha generado risas, sino también un debate sobre la forma en que se disfruta la sidra. Muchos asturianos han comentado sobre la importancia de la tradición y cómo cada culín es parte de una experiencia colectiva que fomenta la conexión entre las personas.

Una madrileña va a Asturias

Para ellos, el acto de servir la sidra de esta manera es un símbolo de hospitalidad y de compartir, algo que quizás no se entiende completamente fuera de la región. Claudia, a pesar de su indignación inicial, concluye su relato afirmando que le encanta la sidra y que quiere disfrutarla más.

Su vídeo es un recordatorio de que las diferencias culturales, aunque a veces pueden resultar desconcertantes, también pueden enriquecer nuestras experiencias. La sidra, como cualquier otra bebida o alimento, lleva consigo historias, tradiciones y la esencia de una comunidad.