La playa de la Concha de Artedo es una de las playas más bonitas de Asturias. Reclamo turístico, lugar de escape en verano y paraje envidiable. Es uno de los arenales asturianos que cuenta con bandera azul. Un oasis de naturaleza, que estuvo cerca tener una historia bien diferente. En los años 70 fue el lugar elegido para desarrollar un proyecto de central nuclear. Una idea que rápido se frenó, pero que recuerda como si fuera hoy Juan Luis Álvarez del Busto, cronista oficial de Cudillero. Acaba de publicar un libro que recoge una recopilación de artículos y de momentos sobre los 50 años que lleva siendo el cronista de la villa pixueta.

Y uno de los episodios que recoge es ese. Cuando ese proyecto de central nuclear en la Concha de Artedo, en abril de 1974, sacudió la comarca: "Coincidió que me acababan de nombrar delegado local de Juventud. Y en la toma de posesión comenté en el Ayuntamiento, estaba el alcalde, ese intento de instalación. Y que era un riesgo. Era de riego abierto además, salía el agua caliente al mar. Sería un caos para Cudillero. Y se acordó por unanimidad rechazar esa propuesta. Y se montó un tinglado a nivel nacional espectacular. Me vinieron a ver de infinidad de sitios. Yo lo hacía porque quería defender a Cudillero. Hice de portavoz del pueblo y recogí firmas de multitud de personas. Hasta de ministros. Y conseguimos que se desechara esa idea".

50 años de cronista oficial

En esa época, Álvarez del Busto comenzaba su labor como cronista oficial de la villa. Fue el más joven de España y ahora es uno de los decanos. Como él mismo dice, "un cronista es un investigador del pasado y un testigo del presente. Una labor dura pero bonita". Un amor por Cudillero que recogió de su abuela Elvira Bravo, que recitó el sermón de la Almuravela durante casi 40 años y que fue la que recuperó el 'pixueto'. Fue la que le metió a Álvarez del Busto la pasión por Cudillero: "Cudillero es mi cuarto hijo, pero el primero, porque antes de casarme ya lo tenía".

¿Cómo ha cambiado Cudillero?

Durante estos 50 años como cronista ha sido testigo directo de cómo ha ido cambiando la villa: "De ser el segundo puerto pesquero más importante del Cantábrico con casi 200 embarcaciones y casi mil pescadores a convertirse en un polo de atracción turística de España. Desgraciadamente el sector pesquero se acabó. Deben quedar 40 embarcaciones. Pero lo que perjudica también beneficia, es ley de vida. En Cudillero y en cualquier otra localidad marinera de Asturias y de otros lugares prima más el turismo que la pesca".