Javier Suárez, medio siglo como sacerdote

Francisco Javier Suárez Fernández, rector de la basílica de San Juan el Real de Oviedo, cumple cincuenta años como sacerdote.

Nació en Turón, una pequeña parroquia del concejo de Mieres, el 27 de diciembre de 1945. Francisco, su padre trabajaba en la mina y su madre era ama de casa. Fue una nochebuena cuando les dijo a sus padres que quería ser cura. Aquel chal, apenas tenía 17 años, ya sabía perfectamente a qué quería dedicar su vida.

“A mi padre no le hizo mucha gracia, quería un médico o un ingeniero que eran dioses en aquella época” reconoce el párroco.

Antes de ir al seminario trabajo como cobrador en los autobuses Recollo de Mieres. A los pocos meses entro en el seminario

El 4 de noviembre de 1973 se ordenó sacerdote en la iglesia de San Martín de Turón, la misma en la que recio el bautismo y la primera comunión. Cuando ya estaba ordenado, en el año 74, se matriculo en Medicina. Abandono esos estudios, qué tanto le gustaban, cuando se inauguró la facultad de El Cristo, en Oviedo. Por aquel entonces era profesor en el Instituto de Grado y los horarios no le coincidían. Además “Había decidido ser cura y eso era lo primero”

Albergue Cano Mata

Más tarde, la inauguración del albergue de transeúntes, en la capital asturiana, marcó su vida. El “Cano Mata”, del que fue director de 1986 a 1989, se convirtió en su gran reto para ayudar a los más desfavorecidos. “Al albergue se acercaban los que no tenían donde dormir, nosotros hacíamos todo lo necesario para ayudarles”

Además, en ese albergue había una residencia de estudiantes de la zona rural. La idea era ayudar a los chavales que tenían una economía muy débil, todo se hacía por autogestión. En el centro había también jóvenes con diferentes problemáticas.

“Allí estaban viviendo con nosotros, algunos se recuperaron totalmente y es un orgullo” asegura Don Javier

Francisco Javier Suárez Fernández es en la actualidad párroco de San Juan el Real y delegado Episcopal de Peregrinaciones