Festividad
El Día de Todos los Santos impulsa las ventas de flores en Oviedo
Familias y amigos acuden al cementerio de San Salvador para adornar las tumbas de sus seres queridos con flores, manteniendo una tradición que perdura a pesar de los retos de cada generación
Oviedo - Publicado el - Actualizado
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En la antesala del Día de Todos los Santos, el cementerio municipal de San Salvador, en Oviedo, se transforma en un espacio de homenaje y recuerdo donde familiares y amigos rinden tributo a sus seres queridos. En estos días previos a la festividad, es común ver a personas armadas con cubos de agua y flores acercándose a los panteones para limpiar, ornamentar y acondicionar las tumbas, siguiendo una tradición que se mantiene viva generación tras generación. Esta costumbre forma parte de una larga serie de rituales y actos de respeto que muchas familias asturianas llevan a cabo anualmente, aunque algunos creen que podría estar en peligro de desaparecer.
La tradición de visitar los cementerios en el Día de Todos los Santos ha sobrevivido durante décadas, pero, como explica Natalia, una ovetense que esta mañana se acercaba a comprar flores en el Mercado del Fontán, no todos están seguros de que esta costumbre perviva con las generaciones futuras. “La tradición yo creo que se está perdiendo mucho. Yo tengo 53 años y después de mi generación poco se va a mantener. Mis hijos van porque vamos nosotros; el día que dejemos de ir no sé si seguirán”, comenta a COPE Oviedo. A pesar de la incertidumbre que rodea esta tradición, este homenaje colectivo sigue siendo una cita ineludible para cientos de ovetenses.
Las floristerías, protagonistas en la celebración
Mientras las familias se preparan para honrar a sus difuntos, las floristerías viven una de sus campañas más fuertes del año. En estas fechas, las tiendas y mercados de Oviedo se llenan de docenas de arreglos florales, y los vendedores no dan abasto para satisfacer la creciente demanda.
Según Covadonga, propietaria de la Floristería La Flor de Cervantes en Oviedo, esta temporada es crucial para el negocio. “Es una de las mejores temporadas, de las tres campañas grandes que tenemos en el año, esta yo diría que es la segunda mejor sin duda. Además, la campaña es larga porque en algunas parroquias las celebraciones se hacen antes de la fecha fijada”, afirma Covadonga, destacando que el Día de Todos los Santos se ha convertido en una de las celebraciones más importantes para el sector.
El aumento de precios: una realidad para los floristas y sus clientes
El auge de ventas no solo trae consigo un incremento en la demanda, sino también una subida en el precio de las flores, una situación que se percibe con especial intensidad este año. Gloria María Fernández, desde su floristería en la calle Martínez de Vega de Mieres, explica los motivos de este aumento en los costos. “El precio de las flores aumenta significativamente, sobre todo porque ahora aquí no tenemos, por ejemplo, claveles y vienen de Colombia, de Ecuador, y eso ya tiene un coste adicional. Trabajamos mucho con flores holandesas. Entonces, claro, todo lo que sea importación siempre va a repercutir en el precio”, comenta la florista, resaltando los retos de un negocio que, aunque florece en estas fechas, también enfrenta los efectos de los costes de importación y transporte.
A pesar de estos desafíos, el compromiso de las familias ovetenses con el homenaje a sus seres queridos parece inquebrantable, mientras las floristerías locales siguen siendo un pilar esencial en esta tradición de respeto y recuerdo. Así, el Día de Todos los Santos continúa llenando de vida los cementerios y de color las calles de Oviedo, manteniendo viva una costumbre que aún perdura en muchos hogares, aunque su futuro sea incierto.