Recetas secretas y dulces únicos del Monasterio de San Pelayo

Con paciencia, silencio y oración, las monjas benedictinas de Oviedo han convertido sus dulces en un legado que trasciende el tiempo, manteniendo viva una tradición cargada de historia y sabor

Monjas benedictinas de Oviedo
00:00
COPE Asturias

Entrevista con Sor Rosario del Camino, abadesa del Monasterio de San Pelayo, Oviedo

Yolanda Montero

Oviedo - Publicado el

2 min lectura

En estas fechas navideñas, pocos se resisten a poner en la mesa los mejores dulces. Entre ellos, destacan los que se elaboran artesanalmente en el Monasterio de San Pelayo, en Oviedo. Allí, un grupo de monjas benedictinas combina silencio, oración y trabajo para crear delicias que han cautivado a muchas generaciones.

La madre Rosario del Camino, abadesa del Monasterio, describe cómo transcurre el día en esta comunidad. "Nuestro día comienza muy temprano, a las 6:00 de la mañana. A las 6:30 nos reunimos por primera vez toda la comunidad para rezar lo que llamamos las vigilias, el oficio de lecturas. Después, hay un tiempo de oración en silencio hasta la hora de los laudes y la eucaristía a las 8:00. A partir de las 9:30, comenzamos la jornada laboral, y la mayoría de las hermanas acude al obrador a elaborar los dulces que ofrecemos en la portería o en la tienda del monasterio", explica.

Galletas OdeOviedO

Monasterio de San Pelayo

Galletas OdeOviedO

El obrador en Navidad

Durante la Navidad, el obrador del monasterio se convierte en un hervidero de actividad. "Estos días son muy especiales porque hay pedidos especiales de familias y empresas, e incluso este año hemos recibido encargos del mercadillo de Oviedo. Esto requiere que más hermanas colaboren y dediquemos más tiempo al trabajo", comenta la abadesa. De las 19 monjas que forman la comunidad, 8 trabajan habitualmente en el obrador, ocupándose de la elaboración, el empaquetado y la preparación de los pedidos.

El obrador del Monasterio de San Pelayo es conocido por ofrecer dulces elaborados sin aditivos, conservantes ni colorantes, lo que les confiere un sabor único y auténtico. Entre sus especialidades destacan las conchas del peregrino, las cocadas, los ablaninos, la tarta de avellana y, como no, los emblemáticos periquitos.

Periquitos

Monasterio de San Pelayo

Periquitos

Una de las últimas creaciones, la "OdeOviedo", no solo es deliciosa, sino que también tiene un significado especial para la comunidad. Es una de las galletas de mayor éxito estas Navidades; simboliza la exclamación de asombro y alabanza del Magníficat en la liturgia previa a la Navidad. Además, rinde homenaje a la Virgen de la Esperanza, popularmente conocida como la Virgen de la O.

La dedicación, el silencio y la oración que envuelven el trabajo del obrador hacen que estos dulces sean únicos. "El trabajo es otra faceta de nuestra vida, pero también un tiempo de oración. Lo que rezamos, lo que escuchamos en las noticias, lo llevamos en nuestro interior y lo presentamos a Dios mientras trabajamos", añade. Así, las monjas del Monasterio de San Pelayo no solo ofrecen dulces, sino también un pedacito de su vida en cada creación, convirtiéndolos en un verdadero tesoro navideño.

Rosquillas de San Blas

Monasterio de San Pelayo

Rosquillas de San Blas

Las monjas benedictinas de Oviedo, conocidas como “las Pelayas” por vivir en el Monasterio de San Pelayo, son monjas de clausura y las vecinas más antiguas del casco histórico de Oviedo. El monasterio fue fundado en la Edad Media, bajo las órdenes de Alfonso II, el Casto, y su hermana Jimena, considerada como la primera abadesa. Tras sus muros viven las 19 monjas que actualmente forman la congregación.

Escucha en directo

En Directo COPE OVIEDO

COPE OVIEDO

Herrera en COPE

Herrera en COPE

Con Carlos Herrera

Lunes a viernes de 06:00h a 13:00h

Programas

Último boletín

12:00H | 31 DIC 2024 | BOLETÍN