La antigua fábrica de Conservas Lis entra en la lista roja del Patrimonio
La Asociación Hispania Nostra alerta del riesgo de desaparición del inmueble ubicado en San Juan de la Arena
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La antigua fábrica de conservas Lis de San Juan de La Arena, en el municipio de Soto del Barco, acaba de incorporarse a la Lista Roja del Patrimonio que elabora Hispania Nostra, asociación sin ánimo de lucro de utilidad pública que tiene como fin la defensa, salvaguarda y puesta en valor del patrimonio cultural y natural de España.
Esta fábrica fue una muestra de la importancia de la industria conservera en la localidad, que llegó a ser la principal empleadora de cientos de mujeres en su incorporación al trabajo fabril en las décadas iniciales del siglo XX.
Las quiebras y los cambios de localizaciones provocaron la desaparición de la industria conservera en La Arena, y con ella el cierre de la fábrica de Lis, cuyo edificio se convirtió posteriormente en una discoteca, en funcionamiento hasta los años noventa, y desde entonces se encuentra abandonado.
De estilo modernista de principios del siglo XX, está incluido en el inventario del patrimonio cultural de Asturias.
El edificio de mampostería encalada al exterior y vista en los sectores interiores, donde se aprecia el encintado de los vanos con ladrillo, está organizado en dos alturas y distribuido en dos volúmenes- uno de ellos ocupa una esquina- conectados por una terraza, constituye un ejemplo inusual en este tipo de instalaciones.
Pocos edificios en España habrán tenido más usos distintos que el de la fábrica de conservas Lis, ha señalado Hispania Nostra, que ha reseñado que, además del industrial, el inmueble ha acogido a lo largo de su siglo de vida un hotel, un casino, un cine, una discoteca y hasta una iglesia.
La construcción lleva más de una década en desuso, y la fachada ha ido perdiendo la pintura hasta dejar a la vista capas de pintura anteriores, así como ladrillo.
La asociación indica que en el interior del inmueble crecen pequeñas plantas, varios cristales de las ventanas están rotos y que se han llegado a producir desprendimientos, lo cual llevó a vallar la acera contigua en 2020 para evitar riesgos a las personas, y se procedió a apuntalar el edificio para asegurarlo. EFE