Araceli Estrada, la mujer que hizo historia al volante de una ambulancia en Asturias

Comenzó como limpiadora, se volcó en su familia y acabó convirtiéndose, casi por casualidad, en referente de ayuda y cercanía para quienes más lo necesitaban

Yolanda Montero

Oviedo - Publicado el

3 min lectura

A sus 83 años, Araceli Estrada Corte ha marcado un hito en la historia laboral de Asturias. Fue la primera mujer en conducir una ambulancia en el Principado, abriendo camino en un ámbito tradicionalmente dominado por hombres. Su historia es la de una pionera, con una vida llena de sacrificios, esfuerzo y un profundo compromiso con la ayuda a los demás.

De limpiadora a conductora de ambulancias

Araceli es de Nava y trabajaba como limpiadora en el ambulatorio de su pueblo, en Priandi, cuando su vida dio un giro inesperado. Su marido, que era taxista, acudía a menudo a accidentes de tráfico y siempre regresaba con el coche en muy mal estado. "Dice que hacía falta comprar una ambulancia", recuerda Araceli. Fue así como, sin haberlo planeado, terminaron adquiriendo un vehículo en Xàtiva (Valencia). Durante el viaje de ida, se dio cuenta de que alguien debía conducirla: "Oye, tú conduces un taxi, ¿Quién va a conducir la ambulancia? Dijo: ‘tú’. Digo yo: ‘¿yo?’".

El destino quiso que su primer servicio fuera una emergencia real. Un día, estando en casa, un practicante del ambulatorio le pidió que trasladara a un herido. "¿Dónde está tu marido?", le preguntó. "No está", respondió ella. "Bueno, pues llévalo tú", le dijo el sanitario. Y así comenzó su carrera en el mundo de las emergencias.

Carlos Paniceres

Araceli en sus primeros años como conductora de ambulancia

Una vida entre accidentes y nacimientos

Durante 20 años, Araceli recorrió las carreteras asturianas atendiendo emergencias. Entre los episodios que más recuerda está el descarrilamiento de un tren cerca de Pintueles, donde la situación era desoladora: "Era una pena y un dolor... No sabías por dónde empezar". También rememora un accidente en el que un camionero clamaba desesperado por su madre. "Es desagradable y al mismo tiempo reconfortante, porque estás ayudando. Con el mero hecho de salvar una vida, creo que merece la pena".

Pero no solo vio tragedias; también fue testigo de momentos felices, como el nacimiento de un niño en su propia ambulancia. "El médico me dijo: ‘Tienes 20 minutos para llegar a Oviedo’. Pero no llegamos. En Quintana nació el crío y la madre llorando, el padre emocionado... Y el que no lloraba era el niño. ¡Yo ya no sabía qué hacer!". "Estaba negro como la chapa de la cocina y yo empecé a darle y el niño espabiló", recuerda Araceli. Finalmente, el bebé nació sano y salvo en la ambulancia, ante la emoción de sus padres. Aquel niño se llama Santiago y, con los años, ha seguido en contacto con ella.

Carlos Paniceres

Araceli con el Arzobispo de Oviedo, Monseñor Jesús Sanz Montes

Más allá de su labor como conductora de ambulancias, Araceli también dejó su huella en el sector empresarial. Fue la fundadora, junto a su marido Gento Paniceres, ya fallecido, de Transinsa, empresa pionera en el sector del transporte sanitario. "Lo que hoy es Transinsa nació de esta mujer que está hablando ahora", señala con orgullo. "Entre mi marido y yo sacamos esto adelante, y luego fueron mis hijos los que tiraron por ello".

"No puedo estar parada"

A pesar de haber dejado el volante hace años, Araceli sigue siendo una mujer activa. "Voy a la huerta, hago mis cosas... No puedo estar parada", asegura. 

Araceli Estrada Corte es un ejemplo de esfuerzo y superación. Su legado es el de una mujer pionera, que rompió barreras y ha dejado una huella imborrable en la historia del transporte sanitario en Asturias.